Se necesitarán conductores de autobuses durante otros 10 a 15 años antes de que se impongan los vehículos autónomos, anticipó un ejecutivo de Volvo AB. Esta previsión supone un cambio a las expectativas sobre la rapidez con la que la tecnología de conducción autónoma transformará el transporte público.
No obstante, antes de que se materialice la transición, las empresas de transporte pueden aumentar la eficiencia con tecnologías autónomas que facilitan, por ejemplo, la gestión de los autobuses en las áreas de estacionamiento, dijo Akash Passey, vicepresidente sénior del fabricante sueco de autobuses y camiones, en la conferencia de tecnología de Bloomberg “Sooner Than You Think” (Antes de lo que piensa) en Singapur el jueves. La tecnología también se puede usar para mejorar la seguridad, dijo.
"Los niveles de cansancio de los conductores mejorarán con la introducción de más aplicaciones autónomas en los autobuses", dijo Passey. "Los conductores tendrán menos que hacer, lo que significa que estarán más enfocados en las vías de circulación".
Volvo informó en marzo que sus autobuses sin conductor de tamaño completo, con una capacidad de cerca de 80 pasajeros, pronto comenzarían a circular en el campus de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur, antes de comenzar pruebas en carreteras públicas.
Singapur ha dicho que su objetivo es operar servicios programados usando autobuses autónomos durante los períodos de menos circulación en tres zonas residenciales lejos del centro de la ciudad para 2022. El país ha construido una miniciudad para probar vehículos sin conductor, con intersecciones, semáforos, paradas de autobús y pasos de peatones.