A base de inversiones masivas, tanto extranjeras como locales, Japón tiene la oportunidad de recuperar su liderazgo tecnológico, aunque si quiere erigirse como alternativa convincente a China tendrá que innovar rápidamente en IA y semiconductores, apuntan fuentes del sector.
Gigantes tecnológicos estadounidenses están destinando miles de millones de dólares a la inteligencia artificial (IA), la ciberseguridad y la producción de semiconductores en Japón, que dominó el sector en los años 1980.
Google lanzó en marzo un centro regional de defensa cibernética en Japón, y Amazon Web Services invertirá 14,000 millones de dólares para ampliar la infraestructura japonesa de nube.
Por su parte, Microsoft, socio de OpenAI, la empresa creadora del robot ChatGPT, se comprometió esta semana a invertir 2,900 millones USD en inteligencia artificial en Japón.
Microsoft planea igualmente ofrecer formación en inteligencia artificial a tres millones de personas en el país, que cuenta con una población de 125 millones.
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“Las tensiones geopolíticas han convertido Japón en un socio más atractivo y estable comparado con China”, comentó Khos-Erdene Baatarkhuu, director ejecutivo de la empresa tecnológica AND Global.
“El sector tecnológico japonés, otrora líder, perdió terreno por su lenta respuesta a las tendencias digitales y móviles, comparado con vecinos como Corea del Sur”, dijo a AFP.
Pero “ahora, con políticas gubernamentales de apoyo, empresas emergentes resilientes y un escenario tecnológico potencialmente cambiante, Japón tiene la oportunidad de retomar su ventaja tecnológica”.
El archipiélago no está aún ahí, ni muchos menos.
Japón figuraba apenas en el lugar 32º de la última clasificación de competitividad digital de la escuela suiza de administración IMD.
Además, solo siete firmas japoneses aparecen entre más de 1.200 “unicornios” tecnológicos (emprendimientos valorados en más de 1,000 millones de dólares) en la lista de CB Insights.
Al respecto, Khos-Erdene explicó que “la cultura corporativa tradicional de Japón tiende a evitar los riesgos y ser jerárquica, lo que frena la innovación rápida propia de la industria informática”.
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- La clave de la inteligencia artificial -
Masayoshi Son, CEO del SoftBank Group, un vehículo financiero de inversiones tecnológicas, advirtió que el país se volverá irrelevante si ignora la IA.
“¡Despierta Japón!”, declaró en octubre en un evento corporativo. “Quiero estar del lado de la evolución”.
Son y varios directivos de gigantes tecnológicos como el de Apple, Tim Cook, y el fundador de Amazon, Jeff Bezos, estuvieron con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente estadounidense, Joe Biden, el miércoles en una cena en Washington.
Ese día, Kishida y Biden se comprometieron a fortalecer “nuestro papel compartido en el desarrollo y protección de tecnologías emergentes de nueva generación”.
También acordaron trabajar con otros países “para fortalecer la cadena mundial de suministros de semiconductores”.
Los semiconductores, fundamentales en numerosos aparatos como teléfonos celulares y coches, se han convertido en un terreno de batalla en los últimos años. Estados Unidos y algunos países europeos bloquearon las exportaciones de tecnología de semiconductores, por temor a que China haga de ella un uso militar.
Por otro lado, el fabricante taiwanés de semiconductores TSMC está bajo presión de clientes y gobiernos para div
TSMC abrió en ese sentido una nueva fábrica de semiconductores el pasado febrero en el sur de Japón, con una inversión de 8,600 millones de dólares, y plantea una segunda con un presupuesto de 20,000 millones.
Un gesto que Kishida saludó recientemente como “el revivir de nuestra industria nacional de los semiconductores”.
Japón ha invertido el equivalente de 25.000 millones de dólares en los tres últimos años en subsidios relacionados con el segmento de los semiconductores, una proporción mucho mayor que la aplicada por Estados Unidos o Alemania.
- “Encrucijada” -
“Este es un gran momento para invertir en Japón”, con el yen en su valor más bajo frente al dólar en 34 años, apunta Hideaki Yokota, vicepresidente del centro de investigación MM Research Institute, especializado en tecnología.
“Como CEO de una empresa tecnológica, veo a Japón en una encrucijada”, quien se pregunta si el país es capaz de convertirse en “productor, y no sólo consumidor, de estas tecnologías transformadoras”, apunta Khos-Erdene, de AND Global.
Universidades japonesas y norteamericanas están trabajando codo con codo en investigación, en programas financiados por empresas como Nvidia y Arm.
“Globalmente, el compromiso de Japón con la IA presenta un potencial enorme de revitalización económica”, para un país con una baja productividad y una masa laboral que se reduce debido al envejecimiento de la población, explica Khos-Erdene.