Al mes de julio, la ejecución del programa presupuestal 0068 “Reducción de Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres” (PP 068), creado para mitigar el impacto de fenómenos naturales, como las heladas, ha registrado un avance insuficiente, pues solo se ha ejecutado el 44% de los recursos presupuestados para el año 2018 en 11 departamentos, señaló el Instituto Crecer.
De esa manera, de los S/ 17.2 millones presupuestados, se han usado S/ 7.6 millones.
Los 11 departamentos que son vulnerables a las heladas son: Ancash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Lima, Pasco y Puno.
Al respecto, el Instituto Crecer indicó que los retrasos más notorios son de 0% de avance en la municipalidad provincial de Caylloma-Chivay (Arequipa) y 0% en la municipalidad distrital de Tournavista (Huánuco), así como gobiernos locales del departamento de Cusco (6.3%) y Apurímac (14.2%). Asimismo, fue regular la ejecución de recursos de los gobiernos locales de Pasco (40.5%), Lima (42.7%) y Puno (50.4%).
Además, a nivel de los gobiernos regionales, con un grado de avance del 47.5% al mes de julio, resulta preocupante el desempeño mostrado por Ayacucho (12.8%), Huánuco (7.7%) y Puno (0.7%).
"Es preocupante que Puno tenga un pobre desempeño, pues 67 de sus 108 distritos tienen los mayores niveles de riesgo de su población frente a las heladas. Huancavelica ha tenido un avance regular (49.3%) y los demás departamentos han registrado buenos desempeños, especialmente los gobiernos regionales de Cusco (95.1%), Pasco (95.6%) y Junín (99.6%)", resalta el instituto.
El avance del presupuesto destinado al departamento de Puno, a través del Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (Agrorural), llega a penas al 30%.
Impacto de las heladas
A nivel nacional se han identificado 748 distritos que tienen riesgo frente a las heladas y que afecta de manera directa a la actividad agrícola, de los cuales el 25% (190 distritos de 11 departamentos) ostentan un alto y muy alto nivel de riesgo frente a este fenómeno climático.
Para la actividad pecuaria, existen 768 distritos que tienen riesgo a heladas, de los cuales el 27% (206 distritos de 11 departamentos) registran un alto y muy alto nivel de riesgo.
"Precisamente estos departamentos se caracterizan por tener una población con importantes índices de inseguridad alimentaria, un bajo desarrollo humano, un tipo de agricultura de subsistencia. En la actividad agrícola, 27 cultivos han registrado las mayores pérdidas en las últimas doce campañas agrícolas (alrededor de 180 mil hectáreas) debido al impacto de los eventos climatológicos (heladas, friaje, inundaciones y sequía)", advierte el Instituto Crecer.
En los últimos cinco años se ha registrado la pérdida de más de 610 mil cabezas de ganado, principalmente, de los departamentos de Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Junín, Pasco y Puno, concentrándose dichas pérdidas sobre la población de llamas y alpacas (57% del total de cabezas).
Prevención desde el Estado
El Instituto Crecer explicó que, en el caso de las heladas, las intervenciones corresponden a la entrega directa de insumos agrícolas o kits (abono foliar, semillas, empacadoras de forraje, cobertizos y medicamentos de uso veterinario) a los productores agropecuarios más vulnerables de aquellos cultivos o crianzas que han sido afectados por las bajas temperaturas. Aquí lo importante es adelantarse a la llegada de las heladas con animales desparicitados y bien alimentados para que puedan resistir el frío intenso.
Finalmente, el presidente del Instituto Crecer, Juan Manuel Benites, señaló que la intervención del Estado, a través de los gobiernos locales, regionales y del gobierno nacional, para mitigar el impacto de las heladas en las actividades agrícolas y pecuarias es muy importante, pues se trata de preservar el sustento de familias que viven en condiciones de pobreza y extrema pobreza.
“Toda vez que se ha convertido en un problema recurrente, se debe de fortalecer la articulación de las intervenciones de los tres niveles de Gobierno para obtener resultados más efectivos. Estas intervenciones deben apuntar a fortalecer el autosostenimiento de los productores altoandinos con forraje producido por ellos y con buenas prácticas de manejo del ganado que evite los índices elevados de mortalidad.”, comentó.