¿Y qué le dirías a alguien que se ha equivocado?

¿Y qué le dirías a alguien que se ha equivocado? Corregir importa más que cometer. Sí, le diría eso. Corregir importa más que cometer.

Hace muy pocas semanas cometí un error en mi trabajo. Puede haber muchas justificaciones pero lo cierto es que cometí un error. Y cuando lo identifiqué me sentí muy mal porque era algo que no debía haber pasado. Automáticamente hice dos cosas. La primera, corregir de inmediato. La segunda, informarle a mi jefe.

Así que le escribí un WhatsApp a mi jefe y le conté el error. También le comenté que me sentía muy mal porque hubiera pasado. Que estaba fastidiado conmigo mismo. Y le comenté que ya estaba corregido.

Lo malo es que mi error le había costado dinero a la empresa hasta el momento en que fue corregido. Y eso me tenía muy disgustado.

En ese momento recibí un WhatsApp de mi jefe diciéndome, corregir importa más que cometer.

Me sentí respaldado. Recuperé confianza. Y por supuesto decidí compartir la experiencia en Tres Minutos Basta, porque como digo siempre, yo sólo recojo los aprendizajes de otros líderes o de mi propio equipo. Y este fue un aprendizaje directo sobre carne propia.

Lo interesante es que más allá de sentirme respaldado me di cuenta de lo importante que era aceptar que, sin importar la experiencia, vamos a cometer errores, y que la clave no está en no cometerlos sino en la velocidad de corregirlos.

Sólo hay un error que no debemos cometer: el error de quedarte pegado a un error. Todos los demás errores son oportunidades y aprendizajes.

Cuando como líderes construimos una cultura de tolerancia al error construimos un equipo que se atreve a tomar decisiones. Hay muchas personas que no toman decisiones por el miedo a equivocarse. Y ese miedo debe desaparecer. Piensa en cualquier invento, lo que sea. Mira lo que tengas más a mano. Y pregúntate…, cuántas veces y cuántos intentos hizo la persona que lo inventó.

Un detalle. Nunca le escuché hablar a mi jefe de tolerancia al error. Pero en cuanto se dio la circunstancia, la aplicó. La cultura no se construye con lo que se dice. Se construye con lo que uno hace.

El progreso está formado por una cadena de errores y corrección de errores. Por cada acierto hay muchos errores.

Si uno actúa como equipo, hay que atreverse a tomar decisiones y estar preparado a corregir aquellos errores que surjan rápidamente. Y si uno actúa como líder, hay que construir una cultura de tolerancia al error para que los equipos se sientan verdaderamente empoderados y tomen decisiones. Es que al final, corregir importa más que cometer.