Podcast. ¿Y qué le dirías a alguien que quiere escuchar mejor?
Podcast. ¿Y qué le dirías a alguien que quiere escuchar mejor?

Ignacio Quintanilla

¿Y qué le dirías a alguien que quiere escuchar mejor? Repreguntar es mejor que preguntar. Sí, le diría eso. Repreguntar es mejor que preguntar.

Todos tenemos clara la teoría de la comunicación. El mensaje sale del emisor y llega al receptor pasando por los filtros de recepción que cada uno de nosotros tiene. Entre lo que nos dice el emisor y lo que recibimos, siempre hay una diferencia. El tamaño de esa diferencia es lo que se conoce como problemas de comunicación.

Cuando recibimos un mensaje estamos frente a ese riesgo de problemas de comunicación. El riesgo se agrava por factores que no contralamos, como por ejemplo las circunstancias que nos rodean cada día. Es decir, el mismo mensaje, de la misma persona, podemos entenderlo diferente según el día, la hora, el estado de ánimo que traíamos en ese momento, el nivel de cansancio, etc.

Por eso debemos estar convencidos de que cada vez que nos dicen algo es altamente probable que no lo hayamos entendido con exactitud. Si logramos tener esta convicción habremos multiplicado por dos nuestra capacidad de escucha.

Claro, pero uno queda mejor si entiende a la primera. Es más, si soy capaz de entender sin que hayas terminado de hablar reflejo que soy muy hábil. Y la persona que me daba el mensaje se queda feliz. Hasta el momento de la verdad. Cuando cumplo con el mensaje y se comprueba que entendí mal. En ese momento la felicidad se convierte en un enorme disgusto.

¿Cuál es el mitigante para el riesgo de no haber entendido?. Es fácil, preguntar. Preguntar para comprobar que lo que he entendido es que lo que me han dicho. Preguntar requiere de una dosis de humildad, porque de alguna manera reconoces que puedes estar entendiendo mal.

Es aquí cuando entra un nuevo paso. Cuando no sólo quiero dejarte ver que me preocupo por entender mejor, sino que quiero que sepas que lo que me dices importa. Porque si es valioso para ti también lo es para mi. Y entonces, paso de la humildad de preguntar a la generosidad de repreguntar. Sí, repreguntar es un acto generoso. Es un espacio en el que te dejo saber que tu mensaje es tan importante para mi que no quiero perderme nada de él. Voy más allá de asegurarme de entenderlo y llego al “me importa entenderte porque me importas tu “.

Creemos que comunicar es transmitir ideas. Pero en verdad comunicar es transmitir sentimientos rodeados de ideas. Al preguntar, aseguramos entender las ideas. Al repreguntar, devolvemos sentimientos y mejoramos la relación, que es la clave de toda buena comunicación.

Además hay truco. Para repreguntar tienes que haber preguntado. Por tanto, siempre repreguntar es mejor que preguntar.