Podcast | ¿Y qué le dirías a alguien que le encanta su trabajo?
Podcast | ¿Y qué le dirías a alguien que le encanta su trabajo?

¿Y qué le dirías a alguien que le encanta su trabajo? Disfruta tu zona de confort. Sí, le diría eso. Disfruta tu zona de confort.

Muchas veces nos dicen que para avanzar tenemos que dejar nuestra zona de confort. Casi nos han convencido que permanecer en la zona de confort es algo indebido y que hay que salir pronto de allí para seguir creciendo.

Eso no es verdad. No hay nada más hermoso que alcanzar la zona de confort y quedarse en ella. La zona de confort es donde te sientes a gusto. Donde disfrutas cada día lo que haces. Donde las cosas te salen bien para ti y para los demás. Donde todos los días hay alegrías. Donde tus conocimientos, habilidades y actitudes están en plenitud para enfrentar los momentos complicados. ¿Por qué dejar esa zona perfecta a la que hemos logrado llegar con tanto esfuerzo?.

Todo depende de saber a dónde voy. Porque sólo si sé mi destino puedo saber el camino. El camino puede ser prueba y error, pero el destino, no.

Entonces, si estoy feliz en mi trabajo disfrutando lo que hago y es lo que siempre he soñado, he llegado a mi destino y me quedo en él, en mi zona de confort. Porque ya he llegado. En cambio, si todavía no he llegado a mi destino estoy sólo en un trozo del camino. En una zona confortable pero no en mi zona de confort, y tengo que seguir avanzando.

Mira que importante es saber a dónde vas para reconocer cuando has llegado. Es que de otra manera uno va saltando de frustración en frustración.

¿Qué pasa cuando he llegado a mi zona de confort, me dedico a disfrutarla y nada más?.

Una opción es un sí rotundo. Lo cual estaría muy bien. Pero otra, que personalmente me gusta más, es expandir tu zona de confort. Es muy diferente dejarla que expandirla.

Dejar la zona de confort implica empezar nuevamente. Expandir la zona de confort implica crecer partiendo de las fortalezas desarrolladas para construir una zona de confort más amplia y robusta. Les pongo un ejemplo. Un ferretero exitoso siente que quiere dejar su zona de confort para emprender un negocio más exitoso. Y decide vender y con el dinero ganado poner una cadena de restaurantes. Otro ferretero, sintiendo lo mismo que el primero, decide comprar la ferretería que éste vende y hacer más grande su negocio. Uno ha dejado su zona de confort. Otro ha expandido su zona de confort.

No diré qué decisión es mejor. Porque depende de cada uno. Pero si sientes que eres feliz con lo que haces, no te compliques y disfruta tu zona de confort.