Caracas (AFP).- Un joven de 19 años murió tras recibir un disparo en el pecho al cierre de una jornada de violentos disturbios en Caracas, en el marco de una protesta de la oposición venezolana contra el presidente .

Jairo Ortiz falleció por "una herida de bala a la altura del tórax" cuando efectivos de la Guardia Nacional disolvían un bloqueo de vía por parte de manifestantes a las afueras de la capital, confirmó Miguel Mederico, director de Prensa y Relaciones Institucionales de la policía del estado Miranda.

El defensor del pueblo, Tareck William Saab, anunció que conversó con el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, para coordinar medidas.

La dirigencia opositora, que denunció una fuerte "represión", condenó el suceso. , gobernador de Miranda, responsabilizó a Reverol, a quien acusó de ordenar "reprimir sin importar vidas".

Ello después de protestas que, el jueves por la tarde, dejaron decenas de heridos y detenidos.

El alcalde del municipio capitalino de Chacao, Ramón Muchacho, dijo que 19 personas recibieron atención médica, la mayoría por asfixia. Un militar de la Guardia Nacional quedó inconsciente al ser golpeado por una gran piedra, observaron periodistas de la AFP.

Maduro, que sostiene que la oposición busca violencia para justificar un "golpe de Estado", confirmó 30 detenciones. "Vamos a buscarlos a todos, están identificados. Uno por uno van a caer", advirtió.

El gobernante socialista, sin embargo, había dicho que "Venezuela está en paz" y que "pequeños focos violentos (…) fueron neutralizados".

Los choques se desataron cuando una marcha que congregó a unas 10,000 personas cambió de rumbo para dirigirse al centro de Caracas y fue frenada por una barrera metálica instalada por la Guardia Nacional.

Su intención era exigir abrir un juicio para destituir a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por adjudicarse temporalmente las competencias del Parlamento, de mayoría opositora.

La oposición convocó a una nueva protesta para el sábado.

Según Maduro, el "plan golpista" es impulsado por Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), que esta semana declaró una "grave" alteración del orden democrático en .

La oposición exige un calendario electoral para los comicios de gobernadores, que debieron realizarse en diciembre de 2016 pero fueron suspendidos y aún no tienen fecha. También pide fijar las elecciones de alcaldes, pautadas para este año.

Las presidenciales están previstas para diciembre de 2018.