Los resultados del referéndum de reforma política y judicial celebrado este domingo en Perú han ratificado el gran apoyo popular al presidente Martín Vizcarra, quien sumó una contundente victoria que lo fortaleció en el enfrentamiento que ha mantenido con el Congreso, dominado por la oposición fujimorista.
Nueve meses después de haber asumido la presidencia, en reemplazo de Pedro Pablo Kuczynski, Vizcarra recibió el espaldarazo de la voluntad popular, que considera que el principal problema del país es la corrupción, y apoyó su decisión de hacer del combate a ese flagelo la bandera de su gestión.
En efecto, la votación, que se celebró con la convocatoria de más de 24 millones de peruanos, permitió la aprobación, con un promedio de 85% de votos, de la reforma de la Judicatura, el control de la financiación de los partidos políticos y la no reelección de congresistas, así como el rechazo, con el 90% de la votación, a la formación de un Parlamento con dos cámaras.
Estas cifras ratificaron, además, la gran aceptación que recibe el gobernante, que en los sondeos llega al 65%, y el rechazo al Congreso, que la ciudadanía incluso pide que sea disuelto constitucionalmente para que se convoque a nuevas elecciones legislativas.
En ese sentido, el analista político Arturo Maldonado señaló en el diario El Comercio que el referéndum "ha sido como un plebiscito y el presidente Vizcarra ha salido fortalecido".
"El referéndum trató mayormente sobre la corrupción... yo creo que el presidente puede extender esa agenda para que le dé un segundo aire a su Gobierno", matizó.
Para el también analista Fernando Tuesta, el referéndum fue "un triunfo contundente del presidente y una derrota de la oposición constituida por Fuerza Popular y el APRA", las agrupaciones que lideran Keiko Fujimori y Alan García, respectivamente, quienes están siendo investigados por presunta corrupción.
"La gente fue a votar casi con una consigna asociada a lo señalado por el presidente. Es un apoyo al presidente y no al Gobierno", remarcó Tuesta al diario La República.
Tras conocerse los resultados, Vizcarra ya planteó el nuevo escenario que afronta su país, al aclarar que el referéndum "por sí, no cambia todo, es el inicio de un cambio" que se debe profundizar.
Sin embargo, la abrumadora expresión popular fue recibida con críticas por legisladores fujimoristas y apristas, mientras que los representantes de otras bancadas manifestaron una casi resignada aceptación y muy pocos hicieron un mea culpa.
El portavoz del fujimorismo en el Congreso, Carlos Tubino, declaró que Vizcarra prefirió "hacer un voto que termina avalándolo, pero que afecta al Congreso permanentemente" y su compañera de bancada Milagros Salazar acusó al gobernante de no haber "respetado el fuero democrático" y haber influido en la decisión popular.
La más dura autocrítica la expresó el legislador Víctor Andrés García Belaunde, del partido centrista Acción Popular, quien aseguró que tras estos resultados el Congreso debería "autodisolverse" y convocar a nuevos comicios legislativos.
"Vizcarra con este resultado obtuvo mayor legitimidad para su Gobierno. Pero más que victoria, el gran derrotado es el Congreso y en especial la mayoría que lo gobierna, ¿con qué respaldo político y autoridad moral continúa?. Debemos autodisolvernos y llamar a nuevas elecciones", sostuvo.
En medio de ese intercambio de posiciones, el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, buscó ponerle paños fríos a la situación al asegurar que el Gobierno "tiene toda la disposición de un trabajo coordinado con el Congreso".
El referéndum fue propuesto por Vizcarra el pasado 28 de julio, tras descubrirse una gran red de corrupción en la judicatura, que llenó de indignación a la población, escandalizada por el impacto del caso Odebrecht, el mayor escándalo de corrupción de Latinoamérica.
A raíz del escándalo de sobornos de Odebrecht en Perú, la Fiscalía de lavado de activos investiga actualmente a los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (1985-1990, 2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), además de la ex candidata presidencial y líder opositora Keiko Fujimori, quien está en prisión.