(AFP) ¿Precisa ayuda para pedir una "Green Card"? ¿No sabe cómo enfrentar un proceso de deportación? El gobernador de Nueva York anunció la primera iniciativa público-privada de Estados Unidos para proveer ayuda legal a inmigrantes, mientras el gobierno de Donald Trump se apresta a acelerar las deportaciones.
El "Liberty Defense Project" (Proyecto de defensa de la libertad) fue creado para dar una respuesta a "inmigrantes amenazados por los recientes cambios en las políticas migratorias", ya que las ONG que se especializan en el tema están desbordadas, dijo el gobernador demócrata Andrew Cuomo en un comunicado.
El estado de Nueva York desembolsará más de US$ 1 millón para apoyar a inmigrantes, inclusive sin papeles, a través de una red de abogados que donan sus honorarios, estudiantes de leyes y profesionales legales.
La iniciativa es una colaboración entre el estado de Nueva York, dos organizaciones filantrópicas la Fundación Ford y la Corporación Carnegie y una coalición estatal de 182 organizaciones de defensa de inmigrantes, así como 14 facultades de derecho, 21 bufetes y otras entidades legales.
Más de 200 abogados y asistentes legales donarán su tiempo y viajarán por el estado para ayudar a inmigrantes.
"Nueva York es un faro de esperanza y oportunidad para todos, y los inmigrantes siempre han sido parte del tejido de este gran estado", dijo Cuomo.
"Durante estos tiempos tormentosos, es crítico que todos los neoyorquinos tengan acceso a todos los derechos completos que les otorga la ley", añadió.
La ONG de defensa de los inmigrantes Make the Road New York se congratuló de la iniciativa, pero dijo que la financiación estatal es insuficiente.
"Estamos profundamente preocupados", hemos "dicho al gobernador que se precisan US$ 19.1 millones para suministrar servicios legales adecuados", dijo Javier Valdés, codirector de Make the Road NY.
"Hasta el anuncio de hoy, el estado había comprometido exactamente cero", afirmó en un comunicado.
Nueva York, con un gobernador y un alcalde demócratas, se ha declarado como "ciudad santuario" para los inmigrantes, así como más de 200 ciudades estadounidenses.
Esto significa que no colaborarán con los esfuerzos de la agencia migratoria federal (ICE) para deportar extranjeros indocumentados, aunque el gobierno de Trump amenaza con cortarles voluminosos fondos federales.