(Foto: GEC)
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La Contraloría reveló que los insumos para las pruebas moleculares de COVID-19 que fueron adquiridas por el Estado y donadas por la OPS, fueron entregados de manera no regulada por el Instituto Nacional de Salud (INS) a distintas clínicas y un laboratorio privado, lo que afecta la transparencia en el proceso de distribución y genera el riesgo de que se hayan utilizado para fines distintos.

Al respecto, la Comisión de Control de la Contraloría verificó que desde el 9 de marzo hasta el 10 de julio, el INS distribuyó a nivel nacional un total de 181,049 unidades de Medios de Transporte Viral (MTV) (que son los insumos para las pruebas moleculares) de los cuales 935 se distribuyeron a seis clínicas privadas y un laboratorio privado de manera no regulada al no contar con marco normativo que establezca las condiciones, requisitos y criterios para dicha distribución.

La investigación de los auditores permitió identificar, a través de documentos oficiales, que una de las clínicas a las que se entregó los MTV mencionó que recibió 664 unidades de parte del INS y fueron distribuidas a todas las sedes de la clínica entre el 26 de marzo y 15 de abril.

No obstante, el INS reportó que esa misma clínica solo había recibido 360 unidades, por lo que este hecho revela el control estricto que debe primar en el manejo de estos insumos tan sensibles y necesarios ante la pandemia por la COVID-19.

El tercer hecho detectado es que el INS recibió un total de 363,560 unidades de MTV, entre adquisiciones al amparo de los Decretos de Urgencia N° 025-2020 y N° 028-2020, y donaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de los cuales se retiraron del almacén central del INS un total de 165,610 unidades de MTV y el saldo de 197,950 unidades seguían en custodia y no fueron distribuidas a nivel nacional pese a que estaban almacenadas desde el 9 de junio del presente año.

En el caso de las 165,610 unidades retiradas del almacén del INS, la Contraloría revisó la información sobre su distribución y verificó que solo se habían distribuido 143,880 unidades desde el 9 de marzo hasta el 10 de julio, quedando un saldo de 21,730 unidades.

Ante este hallazgo, los auditores acudieron a verificar si ese saldo estaba en custodia del Laboratorio de Virus Respiratorios del Centro Nacional de Salud Pública del INS, pero solo advirtieron la existencia de un total de 20,900, y no se evidenció registro de la distribución de 830 unidades de MTV.

Esta situación genera el riesgo de una posible pérdida y/o mal uso de los MTV para pruebas moleculares de COVID-19.

Un cuarto hallazgo fue que las DIRIS de Lima Metropolitana y la Diresa Callao no tienen un mecanismo de control adecuado sobre el uso de los MTV que fueron distribuidos a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPRESS) de su jurisdicción, ocasionando que no se cuente con información precisa y dificultando la trazabilidad de dichos insumos.

En ese sentido, dichas entidades solo efectúan el control del uso, existencias y/o deterioros de los MTV en base a las fichas epidemiológicas de las muestras tomadas a cada paciente y que son entregadas por las IPRESS de su jurisdicción y no se realiza la verificación de las cantidades de MTV entregadas con las cantidades de fichas recibidas por las entidades públicas.

Tampoco se precisa el tipo de MTV entregados ni su procedencia a fin de realizar la trazabilidad de dichos bienes.

Los resultados del informe fueron puestos en conocimiento de la titular del Ministerio de Salud con la finalidad de que se implementen las acciones correctivas que correspondan y debe comunicar al OCI, el respectivo plan de acción que se implementará para levantar las observaciones realizadas