Redacción Gestión

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ATENAS (Reuters).- Grecia convocó a elecciones anticipadas para el 6 de mayo, dando comienzo a una campaña que podría entregarresultados inciertos y que pondrá en peligro la aplicación del plan de rescate internacional que salvó la nación de la bancarrota.

El primer ministro Lucas Papademos anunció la fecha de los comicios en un mensaje televisado a la nación tras reunirse con el presidente. "Grecia está en medio de un camino difícil", dijo. "Las decisiones que tomemos no sólo determinarán el Gobierno que se forme tras los comicios, sino también en las décadas venideras", agregó.

Papademos, un ex directivo del banco central designado el año pasado cuando el Gobierno socialista colapsó, hizo ver que su administración provisional ha cumplido su mandato, al asegurar el rescate el mes pasado y un acuerdo decisivo de reestructuración de la deuda. "Los últimos meses han demostrado que al afrontar enormes riesgos y grandes problemas podemos cooperar y superar nuestras diferencias", afirmó.

Las elecciones serán las primeras desde que la crisis de deuda estallara a fines del 2009, arrastrando al país a su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. La crisis llevó en Grecia el desempleo a níveles récord e hizo tambalear al euro.

El partido conservador Nueva Democracia y el socialista PASOK, que han respaldado al Gobierno de Papademos, han perdido apoyo por suscribir el plan de rescate, que exige duras medidas de austeridad, y podrían no conseguir los votos suficientes para formar una nueva coalición.

Las encuestas de opinión muestran que los pequeños partidos que se oponen al recorte de salarios y pensiones impuesto por la Unión Europea y el FMI a cambio de la ayuda están ganando terreno.

Los políticos ya han comenzado la campaña de forma no oficial, con el líder conservador Antonis Samaras, cuyo partido encabeza las encuestas, asegurando este fin de semana a sus seguidores que elevaría las pensiones bajas y crearía empleos.

Los últimos sondeos de opinión muestran que su formación, Nueva Democracia, obtendría entre un 18 y un 25% de los votos, por delante del 11-16 por ciento del PASOK, pero muy por detrás del 43.9% con el que los socialistas arrasaron en los comicios anteriores a la crisis en octubre del 2009.

Tanto Nueva Democracia como el PASOK respaldan las reformas de la UE y el FMI, que incluyen la liberalización de ciertas profesiones, recortar una quinta parte de los puestos en organismos públicos y rebajar las pensiones, pero Samaras dijo que renegociaría algunos de los términos del plan.

El FMI advirtió que la elección supone un riesgo político y pone en duda la implementación de las políticas acordadas.