Kenji Fujimori
Kenji Fujimori

Un grupo de fujimoristas denunció prácticas montesinistas de otro grupo de fujimoristas. Y lo evidenciaron utilizando técnicas muy similares a las de Montesinos.

El cenit de una guerra fratricida terminó con . No obstante, el concurso por el poder parece continuar.

"Keiko Fujimori ha salido ganadora en este round, pero es relativo. El partido se le ha deshilachado. Ha mostrado un temperamento muy irascible, vengativo", señaló a Gestion.pe el periodista de investigación Luis Jochamowitz.

Desde la otra esquina, Kenji agoniza, a las puertas de un lugar antes reservado para Vladimiro Montesinos. Pero puede que el show aún no haya terminado.

El también escritor recordó que el Legislativo solicitó la . Ese podría ser el golpe de gracia, pero hay historia que contar.

Luis Jochamowitz

Escritor y periodista de investigación, Jochamowitz es autor del libro Ciudadano Fujimori, publicado pro la editorial Planeta, en donde hace un recuento de la vida menos conocida de Alberto Fujimori, antes de Montesinos y antes de sus cinco condenas.

Las cosas se aprenden en casa, subrayó. Los primeros maestros del niño son sus padres, y el ejemplo que se predicó en Palacio de Gobierno en la década del noventa no fue, precisamente, el más inocuo.

"El último capítulo de esta novela es demostrativo. Es un retroceso a los métodos de los noventa. Son prácticas montesinistas, del uno contra el otro comprando votos, sembrando topos, grabando", apuntó.

El chivo expiatorio, por casualidad, podría ser el mismo gurú y maestro del partido: .

"Todo indica que Fujimori no tendría tanta influencia. Si estuviese en pleno uso de sus facultades, el espacio para sus hijos sería menor", explicó.

Este efecto generó dos reacciones divergentes entre los hermanos. Mientras reclutó a la facción más fiel del 'albertismo', Keiko buscó hacerse un nombre propio.

"Keiko ha organizado un partido 'keikista', que le reporta a ella, no al padre ni al hermano. Ella ya ha liquidado, más o menos, al ala más antigua, conservadora, vetusta del fujimorismo", añadió.

No obstante, observó, el partido es "mucho más débil de lo que se creía, lleno de inconsistencias".

Los que terminaron por liquidar el gobierno de PPK brotaba corrupción por los poros. Curiosamente, todos los protagonistas del escándalo son fujimoristas. Irónicamente, todos fueron llevados al Parlamento por Keiko Fujimori.

"Estos caciques que se ha conseguido no le dan ninguna solidez, pero ese es su trabajo, es indudable que ella ha organizado esto", apuntó.

Kenji, por su parte, pudo haberse sentido seguro y bendecido al tener a Kuczynski y a su padre en su esquina del ring. Se enfrascó, entonces, en un pleito que muchos acusaban de orquestado, pero que Jochamowitz considera real.

La guerra fue verdadera, "con sangre y enojo, rencillas familiares, celos con el padre, alimentada por eventos del pasado".

Precisamente, es en el pasado en donde radica la principal diferencia entre las motivaciones y el impacto de Fujimori padre y los hijos.

Independientemente de la estela de corrupción que lo rodea, el personaje de Alberto Fujimori se construyó desde abajo. La pasó muy mal en su infancia y supo hacerse millonario. Sus hijos nacieron en cuna de oro.

"Ellos son unos privilegiados, de la élite del poder y han vivido toda su vida rodeados del mismo poder. Kenji, seguramente, desde que tiene uso de razón pertenece a la familia presidencial, y Keiko desde los 15 años", apuntó.

Estas diferencias generan una distancia entre el ex dictador y los pequeños Fujimori. Mientras uno luce más misterioso y subestimado, Keiko "es una chancona, no es brillante, pero cumplidora".

Kenji Fujimori construyó su imagen a pesar de su hermana. Y el día de su debacle fue el mismo en que creó su propio partido.

Los 'kenjivideos' dejaron fuera a Kuczynski, pero el menor de los Fujimori aún no está acabado.

"Si Kenji quiere liquidarla, sería de esta forma: con un vídeo en donde aparezcan Keiko y Montesinos, o ella en una situación comprometedora", estimó el escritor.

De otro lado, tampoco ve imposible una reconciliación forzada en la familia, porque ambos se estarían destruyendo mutuamente.

"Si hay conciliación sería poco antes de unas elecciones, viendo que por separado no tienen futuro. Solo en ese caso se reconciliarían, aunque pegados con baba, pero es posible", culminó.