Redacción Gestión

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Diego Calmet, presidente de la Junta de Acreedores de Doe Run, señaló que la empresa tiene hasta treinta días si desea presentar un nuevo plan de reestructuración.

"El nuevo plan tendría que presentarse en el corto plazo porque una vez que comience la y la venta de activos será muy complicado", agregó.

Calmet explicó que Doe Run tiene dos unidades de negocio: la mina Cobriza, que sigue en operación, y el complejo metalúrgico de la Oroya, que está paralizado por el tema ambientaL. Asimismo, indicó que, mientras no se ejecute la liquidación, se seguirá pagando a los trabajadores.

La modalidad de la liquidación –señaló el ejecutivo en Canal N- será discutida en la Junta de Acreedores, de manera que se decidirá si se venden todas las unidades de negocio como un solo 'paquete'.

Según Calmet, el nuevo operador invertiría aproximadamente 200 millones de dólares para adecuarse al PAMA y estar en condiciones de reabrir el nuevo complejo metalúrgico.