Redacción Gestión

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La presidenta de Brasil, , resolvió hoy apartar de sus cargos a todos los miembros del gabinete de la presidencia en Sao Paulo, incluida la jefa de esa dependencia, Rosemary Novoa, ante sospechas de participación en un esquema de corrupción.

Los involucrados, 18 en total, fueron apuntados por la Policía Federal como integrantes de una red de tráfico de influencias y corrupción en la sede regional de la Presidencia en Sao Paulo, en el marco de la Operación Porto Seguro.

"Por determinación de la Presidencia de la República, todos los funcionarios indagados en la Operación Porto Seguro de la Policía Federal serán apartados o exonerados de sus funciones. Todos los organismos citados en los informes deberán abrir un proceso de investigación interna", informa el comunicado oficial divulgado hoy.

La jefa del gabinete presidencial en Sao Paulo, cuya oficina fue allanada ayer, es sospechosa de participar activamente de la organización delictiva, que se presume se infiltró en el Gobieno para obtener dictámenes técnicos fraudulentos favorables a determinadas empresas a cambio de dinero, y se le adjudican los delitos de tráfico de influencia y falsedad ideológica.

Según la información obtenida por la Policía, Novoa exigía dinero a empresas a cambio de beneficiarlas con laudos técnicos irregulares a través de dos funcionarios del gobierno indicados por ella: el director de la Agencia Nacional de Aguas (ANA), Paulo Vieira, quien fue detenido, y el director de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), quien no fue localizado. Las oficinas de ambos fueron allanadas y varias computadoras y documentos fueron incautados.