La formula presidencial que logró 50.12% de votos en 2016.
La formula presidencial que logró 50.12% de votos en 2016.

Ante una muy probable del , , asumirá el primer vicepresidente, . Pero Vizcarra no es solo el que asumiría el poder.

El hasta hace poco ministro de Transportes y Comunicaciones tuvo que renunciar a dicha cartera por la presión política en torno a la adenda del Aeropuerto de , que finalmente se suspendió.

Dado que tiene ese pasivo político, que quizá no tenga la legitimidad necesaria –pese a ser parte de la fórmula presidencial de - y ante la agresividad de la oposición fujimorista surge la discusión sobre si sería más o menos beneficioso adelantar elecciones generales.

¿Es mejor manejar el país sabiendo a priori que existen elementos para obstruir la gobernabilidad o debe buscarse a toda costa cerrar el ciclo democrático de las elecciones generales pese a la inestabilidad política?

“Me inclinaría por hacer lo posible por cumplir los ciclos electorales pero lo único cierto es la incertidumbre. Lo primero que ha demostrado es algo incómodo: el que diga ‘yo estoy aquí por la gobernabilidad’ pero sin mencionar claramente la situación de PPK”, comenta el analista político José Carlos Requena.

“¿Qué podría hacer dado que tendría a su propia gente –Sheput propuso que los vicepresidentes renuncien- en contra? Eso sin considerar qué haría con el gabinete. Hay mucha descomposición en el oficialismo”, añade.

El escenario político se encuentra bastante nublado. A eso hay que agregarle que se avecinan tiempos no tan buenos si pensamos en las próximas elecciones regionales.

“Es un período que recién está iniciando y el pendiente es extenso. En segundo lugar, las elecciones municipales están por comenzar. Si renunciaran tendrían que convocar elecciones pronto y, en la práctica, estarían mezclándose un conjunto de procesos en contra lo que sería muy difícil de gestionar”, dice el politólogo Iván Lanegra.

Aun así, los problemas de Vizcarra podrían verse mitigados por algunas decisiones en el corto plazo.

“El tipo de gobierno que designa, al gabinete que forme, las expresiones iniciales con el parlamento pueden generar un marco mínimo de gobierno. No es que tengamos una situación distinta a la que enfrentó PPK, lo único es que hay una posibilidad pequeña de intentar llegar lo más cerca al 2021”, agrega Lanegra.

Pero más allá de lo que pueda pasar, si hay algo que, en momentos de crisis, se debería tener, es certeza. Así uno puede plantear algo para reaccionar. Si bien en muchos sectores ya se asume que PPK no seguirá dirigiendo el país, no se avizoran proyecciones claras de qué pasará cuando Vizcarra asuma.

“Si tienes un escenario enfrente es preferible saber si es bueno o malo a saber que no va a pasar. En Perú no se sabe”, sostiene el economista Pablo Secada.

Para Secada, este es un momento oportuno para que otros líderes políticos –quizá ensombrecidos ante los constantes e irremediables embates políticos entre dos fuerzas electas- tomen la posta de la dirección política del país.

¿Qué significa esto? Que deberían tomar la responsabilidad que el pueblo espera que tengan para llevar el barco a un buen puerto.

“Si hay que calificar a la oposición es jalado, un desastre. Más cambiaría la vida que el partido que controla el Congreso salga a decir que hay una serie de reformas que queremos adoptar en los siguientes meses pero los políticos van por el diario de la mañana, leen un tweet en la tarde, escuchan la radio en la noche y eso les dice qué deben de decir al día siguiente”, subraya el economista.

“Tienen que haber políticos haciendo política. Acá estamos con Keiko (Fujimori), Alan (García), (Alfredo) Barnechea, (Julio) Guzmán, Lourdes Flores. Tienen que salir a decirles a los inversionistas que estén tranquilos, que el camino de la constitución política va a seguir. Y ese mensaje debe ser a los inversionistas desde los pequeños empresarios hasta los mineros. Ahora, la pelota está en la cancha de Keiko. Pedro Pablo ya fue”, insiste.

Por ahora, algunos voceros fujimoristas ya han asegurado que el peor escenario es que no se cumpla el gobierno que dejaría PPK, que no es para nada recomendable nuevas elecciones.

Sin embargo, para Lanegra “toda la posición de la bancada de Fuerza Popular era que no lo iban a vacar. Asumiendo que en ese momento las circunstancias eran otras, lo que me queda claro es que pueden cambiar. Lo que declaren ahora no es ninguna garantía”.

Por último, para Secada es más importante las relaciones que se establezcan entre ambas fuerzas. Aun así, los analistas consultados están de acuerdo en que es menos probable que el partido dirigido por Keiko Fujimori genere más zozobra, al menos no en el corto plazo.

“A los inversionistas no les quita el sueño que a PPK lo boten. Si a ambos vicepresidentes los botan al poco tiempo, creo que es peor. Lo ideal sería que Vizcarra se quede, que haga cambios en la forma de conducir el gobierno, que le dé más peso político al gobierno, que pida facultades y que entregue la gestión en 2021. Así demostraría que el país tiene una forma de reaccionar ante esos eventos”, finaliza.

Por lo pronto, el punto más desfavorable del probable mandato de Vizcarra es Chinchero; sin embargo, los analistas consultados concuerdan en que lo ideal –en este infeliz contexto- sería que el gobierno se mantenga hasta el bicentenario del Perú.

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