Redacción Gestión

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Los (un país productor de petróleo de menor importancia) originará un conjunto complejo de posibles resultados y todos estos podrían representar problemas para el mercado energético, aunque en distintos grados, pues algunos escenarios son peores que otros. Conózcalos a continuación:

Escenarios pesimistasA pesar de que los observadores consultados no consideran "muy probable" que la violencia llegue a extenderse a otros territorios, creen que esto es posible. El régimen de es "impredecible contra sus vecinos", dice Emad Mostaque, de Noah Capital Markets.

Para el docente de economía en Metropolitan State University of Denver, Mohammed Akacem, "si Siria se siente acorralado, puede decidir 'hey, no tenemos nada que perder, así que vamos a ampliar esta crisis'".

De tal manera, Al Assad podría apuntar a más de un objetivo. En primer lugar, cerca del 1% de la producción mundial de petróleo pasa por el puerto turco de Ceyhan, que está localizado solo a tres horas de la frontera con Siria.

Un segundo punto tiene que ver con el gasoducto de gas natural de Irak, ubicado cerca de los límites con Siria. Éste último ya ha sido atacado unas 30 veces a lo largo del 2013, se cree que estos ataques ya estan teniendo lugar en Irak, pero los militares sirios están en capacidad de causar graves daños en el citado gasoducto.

Por su parte, Emad Mostaque cree que el régimen de Bashar al-Assad no tiene la capacidad armamentística para llevar a cabo una interrupción sostenida del suministro de petróleo en la región. Mientras tanto, Eugen Weinberg, jefe de investigación de materias primas de Commerzbank, considera que Irán y/o Arabia Saudita, que representan los lados opuestos de la guerra civil en Siria, podrían dejarse arrastrar de manera más directa en el conflicto.

Escenarios optimistasContrariamente a lo que supondría la opinión pública, Irán o Rusia podrían ayudar a desactivar el conflicto que se avecina o evitar que Al Assad tome represalias. Al menos, así lo sustenta George Haley, docente de la Universidad de New Haven.

"Podría ser que Irán y Rusia lleguen a la conclusión de que se está convirtiendo en un costo demasiado alto apoyar a Al Assad, especialmente si quieren una pacífica convivencia económica con Occidente", argumenta.

Para Haley, Irán estaría interesado, de forma particular, en librarse de las sanciones económicas occidentales, las cuales han paralizado el país y devastado su clase media.

Una postura menos confrontacional le ayudaría al Estado islámico reparar sus relaciones económicas con el resto del mundo. Una muestra de ello fueron las palabras del nuevo presidente de Irán, Hassan Rouhani, quien mediante Twitter expresó que "condenamos fuertemente el uso de " en Siria.

Rusia podría aprovechar su influencia en Siria para frenar ese país, pues ya se ha visto en el bando perdedor luego de los enfrentamientos occidentales contra Libia e Irak. De otro lado, dado que es el mayor proveedor de petróleo, carbón y gas natural a Europa, Rusia también podría usar los ataques occidentales contra Siria como un pretexto para renegociar los precios de los combustibles.