Ayer el médico cirujano Víctor Zamora juramentó como nuevo ministro de Salud, tras la sorpresiva salida de Elizabeth Hinostroza.
Previo a la juramentación, el presidente Martín Vizcarra señaló que buscaba para el puesto a un experto en salud pública, en medio de la crisis por el coronavirus.
Zamora tiene un Master en Gerencia, Planificación y Políticas de Salud de la Universidad de Leeds (Inglaterra) y estudios de post-grado en Economía de la Salud (España).
Ha asesorado sistemas y servicios de salud nacional e internacionalmente. Es exfuncionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y ha sido asesor de alta dirección en el Ministerio de Salud (Minsa) y Jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Zamora es bastante activo en sus redes sociales. En los últimos días, frente a la lucha contra el coronavirus, a través de su twitter propuso que a los adultos mayores de 60 años, la población más vulnerable, se les vacune contra la influenza, en un sistema de visitas casa por casa.
Asimismo, ha señalado que la epidemia por Coronavirus representa una oportunidad para implementar nuevas estrategias y reinventar otras. “Todas ellas, bajo una misma perspectiva: la atención primaria de la salud”.
Aquí, algunas ideas de Zamora anunciadas en su twitter:
1. “Cuarentena digital”. Con el uso de la tecnología, las personas pueden hacer consultas, recibir orientación y eventualmente, solicitar los medicamentos que requieran, programar la colección de sus muestras y, eventualmente, recibir una visita programada de los profesionales de la salud cuando así lo amerite. Lo que tenemos hoy es orientación, no necesariamente por un profesional y no con todos los atributos señalados arriba. Oportunidad: expandir al máximo las capacidades instaladas de la telemedicina.
2. Movilizar todos los recursos. La tarea de la salud no puede ser hecha solo por médicos o esperar que todo sea tarea de hospitales. Menos aun cuando no nos sobran. Por esta razón tenemos que movilizar otros recursos profesionales tales como los Químico Farmacéuticos. Las Encuestas Nacionales de Hogares, año tras año nos informan que el primer punto de consulta de la población peruana es la botica o farmacia. Con adecuado entrenamiento, 15,000 profesionales podrían sumarse a la red de atención primaria. Lo mismo pasa con los enfermeros contratados para trabajar en los colegios privados.
3. Incorporar a los cuidadores. Los agentes comunitarios (promotoras de salud, madres del Vaso de Leche y Comedores populares) fueron elementos clave para derrotar al Coléra en los inicios de los años 90. Ahora hay cada vez menos de estos agentes, pero existen las y los “trabajadores del hogar” que contratamos en nuestros hogares para cuidar a nuestros hijos o nuestros adultos mayores. Nuevamente, adecuadamente entrenados y supervisados, incorporaríamos miles de estas personas a la red de cuidados primarios, que no se limitaría al Coronavirus.