Este 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo. Según el estudio ‘Redefiniendo los modelos de trabajo en Latinoamérica’, el 81% de latinoamericanos consideran que el modelo semipresencial es el ideal.

Sin embargo, al virtualizar la información para poder utilizarla desde la oficina o casa, hay un mayor uso de computadoras y, por ende, índices más altos de fatiga visual.

“La fatiga ocular se da por el tiempo prolongado e ininterrumpido en actividades de fijación ―como es el trabajo frente a una computadora―, ya que se parpadea menos. Entonces, la lágrima que baña el ojo para lubricarlo se evapora con más facilidad. Además, la luz azul, que es emitida por las pantallas, promueve el cansancio visual. Todo esto genera una sintomatología muy particular: fastidio, dolor, ojos rojos y sensación de arenilla al interior del ojo”, señala Rodrigo Arana, oftalmólogo y director médico de Oftálmica Clínica de la Visión.

“En algunos casos, inclusive, se pueden producir fenómenos de distorsión visual o visión borrosa, ya que los músculos internos del ojo permanecen contraídos en este tipo de actividades”, agrega.

Pero, esto no tiene por qué afectar una jornada de ocho horas laborales. Además de estar a una distancia aproximada de 60 centímetros del computador y de usar protectores que limiten la exposición a las pantallas brillantes, tanto en las computadoras como en gafas, se debe realizar pausas visuales.

“Si pasamos ese tiempo frente a una pantalla, cada 20 minutos, se debe descansar por 20 segundos, mientras se mira un objeto que está a unos seis metros aproximadamente. Durante este proceso, hay que parpadear 20 veces”, añade Arana.

Asimismo, el especialista brinda otras recomendaciones que ayudarán a los colaboradores durante el trabajo híbrido:

  • 1. Cuidarse del aire acondicionado. Para los pacientes que tienen cierto grado de resequedad ocular y están expuestos al aire acondicionado durante largos periodos, se puede generar un ojo seco severo, lo cual puede degenerar en una queratitis (inflamación de la córnea) o, inclusive, en úlceras de la córnea.
  • 2. Mantener el brillo correcto en la pantalla. Si bien la pantalla no debe ser el único dispositivo que ilumine la habitación, esta debe tener un brillo adecuado. “Los brillos de las pantallas ―siempre que tengamos una buena iluminación externa― deben estar a menos del 50%”, recomienda el experto.
  • 3. Usar la medida de lentes apropiada. Para las personas que usan gafas, deben usar su medida adecuada; por ello, es importante que los evalúe un oftalmólogo. “La medida de cerca, a partir de los 40 años, aumenta por la edad. Los músculos internos del ojo ―que ayudan a la acomodación en las actividades de cerca― se van cansando. Por eso, la medida depende de la actividad que se tenga. Si alguien lee documentos con letras muy pequeñas, cada año debería estar revisando su medida para corroborar que no haya aumentado”, afirma Arana.
  • 4. Cuidado con los componentes de limpieza. En las oficinas se han implementado diversos protocolos de limpieza que incluyen alcohol, peróxido de hidrógeno o amonio cuaternario. Si bien estos elementos nos protegen contra virus y bacterias, si caen dentro del ojo, pueden generar irritación o, en casos más severos, quemaduras corneales.
  • 5. Utilizar lubricantes oculares. A partir de los 40 años, sobre todo en mujeres, comienza la resequedad en los ojos. Por ello, se recomienda usar lágrimas artificiales media hora antes de empezar a usar las computadoras, durante un descanso y al finalizar el uso de las pantallas. “Es importante que los lubricantes sean recetados por un profesional. No es saludable la automedicación. En ciertos casos, las personas utilizan colirio o sustancias con fenilefrina o nafazolina, cuyo uso prolongado puede ser perjudicial”, detalla Arana.