Diego Alonso Gonzales
CEO de la consultora Human Resource Mate.
Ha sido un largo proceso de selección, y estás en la entrevista final luego de haber pasado la entrevista con el headhunter y el encargado de Recursos Humanos de la empresa cliente, las pruebas psicotécnicas y referencias laborales están validadas, sólo queda pendiente la entrevista con el Gerente de área (o el Gerente General, según corresponda).
La entrevista transcurre bien, hay buena dinámica y química. El desafío y los objetivos están claros y ambos están de acuerdo en cómo debe estructurarse la agenda de trabajo y las prioridades en el supuesto caso que se asuma la posición oficialmente.
No obstante, hay una pregunta que, usualmente, suele llegar hacia el final de la entrevista; pregunta que probablemente ya fue respondida someramente durante la entrevista con la headhunter (por algo se llegó hasta ahí): ¿Cuáles son tus pretensiones salariales?
Esta pregunta tiene su lado “capcioso” naturalmente. Sin embargo, con la información necesaria, siempre que sea objetiva y de fuente veraz, podremos no sólo salir “bien librados” de esa pregunta, sino que también será posible tomar una sólida posición al respecto y hasta argumentar el hecho de que, dadas las funciones y el rol a ocupar con dicha posición, es necesario que pueda revaluarse la remuneración ofrecida (en caso ya se nos haya comunicado un monto fijo).
Se brindan tres tips que aplican tanto en la situación antes descrita como también cuando se trate de solicitar un incremento salarial una vez dentro de la compañía.
Tip 1: Investiga sobre el mercado salarial
No preguntemos si se puede hacerse un ajuste o si pueden ofrecernos “un poco más” de buenas a primeras. He tenido la oportunidad de escuchar frases como: “¿Es posible que puedan incrementar S/ 500 a su oferta?” o “Ya hice presupuesto y no puedo aceptar nada menos de S/ X”.
Lo que debemos hacer es conocer cómo está pagando el mercado salarial dentro del rubro en el que nos movemos, y además cuánto se está compensando para una posición de similares características o responsabilidades. Es vital manejar conceptos como la mediana y el promedio; y si a esta data le sumamos información benchmark de bonos de corto y largo plazo, mejor aún, puesto que eso nos permitirá negociar un paquete de compensación total.
Tip 2: Sustenta tu posición en función al conocimiento del puesto
Cubierto el primer punto, es importante que, adicionalmente, podamos sustentar nuestra petición de “subir la valla” remunerativa apelando a los desafíos que el rol implica. Por ejemplo, se pueden utilizar las siguientes variables:
1. Si tendremos equipo a cargo o no y cuál es la magnitud de dicho equipo. Marca una gran diferencia la gestión de personas
2. Los indicadores o criterios bajos los cuales medirán nuestro performance. Es muy distinto que se establezcan indicadores cuantitativos o cualitativos, y dentro de los cuantitativos es de gran relevancia el grado de injerencia que tengamos en la consecución de los mismos. En sencillo, qué tanto depende de nosotros cumplir o no la meta. Hay rubros que son más propensos al efecto del mercado o de aspectos externos como el clima, como es el caso del rubro agrícola.
Tip 3: Hagamos valer nuestra experiencia
Es necesario demostrar de forma tangible nuestro aporte como profesionales.
Si estamos en un proceso de selección, será oportuno apelar a nuestra hoja de vida, indicando los hitos o logros más importantes que puedan acreditar el nivel de aporte que vamos a generar de ocupar la posición. Por otro lado, si ya nos encontramos trabajando, es más sencillo, dado que la misma empresa debería tener registrado el valor que agregamos en función de los diferentes proyectos que hemos gestionado a lo largo de nuestra carrera dentro de la organización. En cualquiera de los dos casos, siempre será importante remitirnos al valor que agregamos, expresado en nuestra experiencia concreta.
Como hemos visto, solicitar una revisión a las condiciones económicas en cualquier escenario no es sólo una tarea de pedir y esperar que el cambio suceda, sino que es nuestra responsabilidad empaparnos de información relativa al mercado, indicadores, expectativas de nuestro empleador, y por supuesto, tener claro qué podemos aportar a la compañía en función a nuestro perfil profesional.