El Congreso le ha pedido al Gobierno endeudarse para afrontar los retiros de la ONP. Al hacer este pedido, los congresistas insisten en su propuesta inviable y sin sustento técnico, a pesar de que el Ejecutivo ha dado como razones que implica el uso de mayores recursos del tesoro público y se atenta contra la sostenibilidad financiera de la ONP. Al insistir el Congreso, poco le importa el uso de mayores recursos y la sostenibilidad financiera de la ONP. ¿Cuál es la mágica solución que propone el Congreso? Que el Estado se endeude.
Esta propuesta significa no solamente una enorme irresponsabilidad, sino también un trato discriminatorio para los que hoy día están aportando a la ONP con la esperanza que en un futuro tengan el derecho a que se les otorgue una pensión. También es discriminatorio con los demás contribuyentes del país. Veamos.
El sistema de pensiones de la ONP es uno en el que los aportantes de hoy pagan para que los pensionistas de hoy puedan tener una pensión. Los pensionistas de hoy hicieron en el pasado sus aportes para tener el derecho a una pensión futura. Todos sabemos además, que esos aportes no alcanzan y que el Estado tiene que usar fondos para completar esos pagos.
En términos financieros, esta situación es una de descalce financiero en el que obligaciones de largo plazo están financiadas con recursos de corto plazo, y los que entienden de finanzas saben que esa situación no es saludable y altamente riesgosa. Pero ese no es el único problema.
Si el Estado se endeuda hoy para “devolver” las pensiones, los pensionistas futuros no solo no deberían tener derecho a una pensión porque les estarían devolviendo el dinero que les da ese derecho, sino, más irracional aún, en el futuro el Estado tendrá que pagar dicho endeudamiento con sus impuestos y otros aportes. Es decir, se acabó el Hoy por ti, mañana por mi, para convertirse en Hoy por ti y mañana no hay para mi.
Quién les informa esto a las personas que están esperando que el Gobierno les “devuelva” sus aportes, aparentemente nadie. La irresponsabilidad de este Congreso no es solo de generar usos irracionales del tesoro público y la sostenibilidad del sistema nacional de pensiones, la irresponsabilidad también es hacia los contribuyentes que creen que están haciendo un buen negocio al recibir un dinero que les va a disminuir e inclusive eliminar la posibilidad de tener una pensión, o que dicha pensión van a tener que financiarla ya no con aportantes futuros, como es el sistema, sino con su propio dinero cuando tenga que pagarse dicha deuda. Peor aún, lo que muy posiblemente suceda es que todos los peruanos terminemos pagando las pensiones de los futuros pensionistas que el día de hoy estarán cobrando sus pensiones futuras y muchos de nosotros ya contribuimos por nuestras pensiones sin pedirle nada a nadie.
Pero los congresistas van a insistir irresponsablemente en su posición. ¿Harán un arrepentimiento público en un futuro por esta decisión? Lo dudo.