El presidente Martín Vizcarra prometió luchar contra el crimen. (USI)
El presidente Martín Vizcarra prometió luchar contra el crimen. (USI)

REFORMAS. El presidente Martín Vizcarra ha demostrado que puede tomar la iniciativa en proponer soluciones sensatas para reformar los sistemas judicial y electoral, y ahora tiene que comenzar a ordenar el debate, así como cuidar que sus ministros no cometan traspiés como lo hizo el premier, César Villanueva, la noche del domingo –aunque el lunes intentó explicarse mejor–. Pero esta tarea, que será agotadora y demandante, no puede distraer al Ejecutivo de otros pendientes que también merecen atención.

Nos referimos en particular a esa costumbre de que los ministros, ante algún accidente prevenible o escándalo, anuncien la reestructuración o reorganización de las entidades que debían velar por evitarlos. Claro que luego de poco tiempo, a medida que la cobertura mediática se difumina, no vuelven a mencionar el asunto. En otras palabras, se trata de una estrategia para salir del paso, pese a que efectivamente es perentorio implementar cambios, muchas veces sustanciales.

Los ejemplos recientes de anuncios de reestructuraciones abundan: del Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (Sanipes), tras el escándalo de las conservas con gusanos, en noviembre del año pasado; de la Superintendencia de Transporte Terrestre (Sutran), luego del accidente de Pasamayo, en enero; de Agrobanco –incluyendo un cambio de su objeto social–, a raíz de sus malas decisiones crediticias; de Qali Warma, por una nueva intoxicación de beneficiarios –en este caso, 400 niños en Cañete–; y del Seguro Integral de Salud (SIS), ante los malos manejos de su presupuesto.

Los tres últimos datan de julio, lo que indicaría que los ministros respectivos han aprendido a salir del paso bastante rápido. El caso de Qali Warma llama la atención, pues el programa fue instaurado en el 2011 para reemplazar a otro (Pronaa) a fin de evitar más intoxicaciones, entre otros motivos. Hasta se creó un nuevo ministerio, el Midis, cuya actual titular, Liliana La Rosa, tuvo declaraciones poco afortunadas con respecto al objetivo del programa. Por lo visto, las dificultades de gestión no han mejorado mucho.

El caso del SIS tampoco es nuevo. Hace apenas dos años fue declarado en reorganización, pero desde entonces han continuado los destapes sobre corrupción. En cuanto a Sutran, el 21 de febrero un bus se volcó cerca de Camaná (Arequipa) causando 44 muertes; seguramente porque el accidente ocurrió lejos de la capital nadie se tomó la molestia de recordar la supuesta reestructuración. El mal funcionamiento de estas entidades afecta directamente a grupos que generalmente son los más desprotegidos. Por ello, sería de gran trascendencia que esta vez sí se pase del dicho al hecho.