Editorial:Necesidad apremiante

EMPLEO. La economía nacional cumplió en setiembre 110 meses ininterrumpidos de crecimiento, aunque los últimos han estado marcados por una expansión modesta: la famosa desaceleración –con la excepción del periodo marzo-mayo de este año–. Este resultado ha incidido en el enfriamiento del empleo, que en el tercer trimestre apenas aumentó 0.8% a nivel nacional, con respecto al mismo periodo del año pasado, según cifras del INEI.

Otro cálculo de esta entidad, que cubre un periodo más amplio, el año móvil, arroja un incremento mayor: 2%, para el periodo octubre 2017-setiembre 2018, con respecto a octubre 2016-setiembre 2017. Pero si a alguna autoridad se le ocurriese mencionar este dato para resaltar que la “recuperación” de la economía se está trasladando al mercado laboral, también tendría que explicar por qué el mayor número de puestos de trabajo se presenta en el empleo informal.

En efecto, lo que evidencia la metodología del año móvil es que la tasa de informalidad laboral continúa avanzando. A setiembre, se ubicaba en 66.3% a nivel nacional, mientras que hace un año estaba en 65.2%, y en 65% hace dos años. El INEI estima que el 18% del PBI peruano es informal, lo que significa que dos tercios de la fuerza laboral generan menos de la quinta parte de la producción del país.

El grueso del empleo informal (86.2% del total) está en las empresas de 1 a 10 trabajadores, las denominadas microempresas. Y es en ese sector donde el ingreso laboral promedio ha crecido menos que en las empresas con más personal: S/ 61 anuales en los últimos 10 años, según Macroconsult. Ese dato corresponde a Lima Metropolitana, pero nada haría pensar que en el resto del país el escenario sea distinto.

En los últimos doce meses, el ingreso de ese sector (más autoempleados) solo creció S/ 3, comparado con S/ 41 de las empresas de 11 a 50 trabajadores. La consultora atribuye ese cuasi estancamiento a la mayor oferta laboral de los inmigrantes venezolanos, lo cual indicaría que muchos empleadores están sacando provecho de la situación desfavorable de esas personas, que se ven obligadas a aceptar condiciones laborales más precarias que los peruanos.

El presidente Martín Vizcarra ha dicho que el inicio de otras reformas se hará de manera secuencial, “de acuerdo con las necesidades”. En el tema específico de la reforma laboral, declaró que se hará “buscando consenso entre todos”. Hay 8.57 millones de personas que trabajan sin recibir beneficios sociales y con ingresos muy bajos que casi no crecen. Esa es una necesidad apremiante y ya es hora de que se tome en cuenta.