PBI. La economía peruana creció 2.86% en febrero, tasa similar a la de enero (2.81%). Aunque un solo sector se contrajo –minería e hidrocarburos, por el retroceso de este último–, tres que están estrechamente ligados con el consumo interno siguieron mostrando un bajo crecimiento: comercio, manufactura y el que engloba la producción de electricidad, gas y agua. Otros como finanzas, transporte y agropecuario repitieron la expansión que registraron en enero para cerrar el primer bimestre con tasas superiores a 4%.

Debido a que a inicios del 2017 comenzaba a exhibir variaciones récord, el aumento de la pesca en lo que va del presente año no ha sido tan influyente sobre la manufactura primaria, que en febrero decreció por la menor producción de petróleo refinado y de azúcar. Lo contrario ocurrió con la manufactura no primaria, que volvió a crecer luego de tres meses en negativo, si bien modestamente (2.41%).

El rubro industrial de mayor ponderación es prendas de vestir, que tras varios años de languidecer, ha comenzado el 2018 bastante bien y su resultado de febrero (12.85%) triplicó el de enero. Todavía es pronto para hablar de una reactivación, pero si ese comportamiento se mantiene se deberá a la mayor demanda externa. En tanto, construcción siguió afianzando su recuperación y cumplió su noveno mes al alza, aunque su efecto multiplicador sobre la industria todavía no se manifiesta por completo.

Volviendo a la construcción, el resultado del primer bimestre (7.88%) se explica en más del 50% por el fuerte impulso de la inversión pública, de modo que el frenazo de marzo (solo se expandió 3%, según el BCR) redundará en una tasa menor. El Gobierno está preocupado por esa situación y lo ha evidenciado en la reunión con los gobernadores regionales (GORE), a quienes les ha ofrecido cambios normativos para agilizar las inversiones paralizadas, así como medidas para priorizar cinco sectores –educación, salud, vivienda y saneamiento, transportes y reconstrucción–. En todos ellos, como es de suponer, el componente de inversión pública es muy significativo.

Justamente, el ministro de Economía, David Tuesta, acaba de advertir a los gobernadores regionales que si las inversiones públicas siguen paralizadas, el crecimiento de la economía estaría más cerca al 3% este año, incumpliendo la meta de 4%, lo cual sería una vergüenza. Cabe entonces esperar que el 2 de mayo el nuevo equipo tenga en claro las medidas que permitan retomar el dinamismo de la economía.