Sunedu (Foto: Andina)
Sunedu (Foto: Andina)

SUNEDU. La principal labor que está cumpliendo la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) es la de otorgar licencias a las universidades que cumplan con las condiciones básicas de calidad y acreditar las carreras que allí se dicten. No se trata de una labor sencilla, y sin duda este proceso no ha estado exento de críticas y de cosas por mejorar.

Incluso el ministro de Educación, resaltando la rigurosidad con la que se debe actuar para licenciar a las universidades, ha precisado que la Sunedu debe contar con profesionales que conozcan la realidad universitaria, de tal manera que el licenciamiento no solo sea una acumulación de papeles y requisitos.

Para lograr esta finalidad, la labor de la Sunedu debe ser predecible, y los requisitos a cumplir estar claramente establecidos y ser iguales para todas las instituciones, ya sean públicas o privadas. Reducir al máximo la discrecionalidad ayudará a que cada universidad sepa claramente cómo funciona el procedimiento de licenciamiento.

Tampoco resulta adecuado que, sin terminar el proceso de licenciamiento, la jefa de la Sunedu, Lorena Masías, declare estar a favor de que las universidades licenciadas puedan abrir nuevas filiales, pues esto es como tener una nueva universidad y debería iniciarse un nuevo procedimiento de licenciamiento. De lo contrario, nada aseguraría que la calidad mostrada en las sedes licenciadas se repita en las sucursales. Más aún cuando el Congreso no ha aprobado la ampliación de la moratoria para crear nuevas universidades, que venció en diciembre.

Finalmente, flaco favor le hace a la Sunedu la indecisión del titular de Educación respecto a la dirección de dicha institución. El 18 de enero culminó el periodo de trabajo de Lorena Masías, y el ministro Idel Vexler aún se encuentra evaluando si le pedirá que continúe en el cargo o si será reemplazada. Aunque legalmente no tiene un plazo para tomar la decisión, la situación precaria en la que se encuentra Masías —quien permanecerá en el cargo hasta que se tome la decisión— no la ayuda, pues le resta peso a sus decisiones. La educación es el futuro del país y lo peor que le puede ocurrir es estar rodeada de incertidumbre.