Es más que conocida la precaria situación en que se encuentra el sistema de salud pública en el país, sobre todo en los niveles de atención primaria, en particular en zonas rurales.
Es más que conocida la precaria situación en que se encuentra el sistema de salud pública en el país, sobre todo en los niveles de atención primaria, en particular en zonas rurales.

La implementación de medidas de prevención frente a El Niño global que el Gobierno ha venido anunciando estaría avanzando muy lentamente. En su mensaje por Fiestas Patrias, el 28 de julio en el Congreso, la presidenta Dina Boluarte informó al país de considerables gastos preventivos, entre ellos S/ 1,769 millones para la compra de maquinaria y equipo “necesario”, de los que S/ 976 millones irían al Midagri para limpieza y descolmatación de cauces, “en el menor tiempo posible”. Recién en setiembre se tuvo noticias del inicio de algunos trabajos (según Boluarte, serán 516).

Pero hay otras acciones de prevención que aún estarían en etapa preparativa, pese a que son más difíciles de implementar, además que requieren de mayor coordinación entre entidades públicas. La más urgente es la salud: tanto la atención de emergencias causadas por huaicos o desbordes, el riesgo de propagación de enfermedades contagiosas como el zika y el dengue, como la potencial escasez de alimentos –las inundaciones estropean cultivos y obstaculizan el transporte de víveres–, que podría afectar especialmente a los más pequeños.

Es más que conocida la precaria situación en que se encuentra el sistema de salud pública en el país, sobre todo en los niveles de atención primaria, en particular en zonas rurales. Falta de todo, desde personal profesional que rote en turnos 24/7, hasta medicinas y equipo médico. Y los establecimientos de mayor envergadura, ubicados en zonas urbanas, tampoco están preparados para lidiar con brotes de epidemias. El riesgo alimentario es aún más grave, pues la población infantil del país ya se encuentra en situación vulnerable. La investigadora Paola del Carpio ha alertado que la prevalencia de anemia en menores de tres años ha vuelto a aumentar y casi el 44% la padece (GESTIÓN 21/09/2023). El desabastecimiento de alimentos de primera necesidad que podría ocasionar El Niño exacerbaría la situación.

¿Qué se está haciendo al respecto? Por lo pronto, se han emitido normas legales, como el Plan Multisectorial ante la Ocurrencia del Fenómeno El Niño 2023-2024, publicado el 2 de setiembre y a cargo de la PCM, y el Plan de Contingencia del Minsa, el 25 de setiembre, que identifica el peligro de males como diarrea aguda, dengue, malaria, leptospirosis, zika y chikunguya. El inconveniente es que los planes prevén la articulación de las acciones con gobiernos regionales y locales, lo que debió haberse iniciado hace meses, teniendo en cuenta lo complicada que es esa tarea. Lamentablemente, seguimos en la fase de preparativos.

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