Editorial: Estamos peor, pero no tanto

Pulso perú. Si resulta desconcertante que cerca de la mitad de encuestados por Pulso Perú piense que el Estado debe participar en la actividad empresarial –a pesar de las desastrosas experiencias del pasado–, otras respuestas al sondeo provocarán una reacción similar. Es que a pesar de que el porcentaje de quienes consideran que la economía se está enfriando esta ha crecido siete puntos, hasta 77% (respecto del sondeo de julio), ahora son menos quienes creen que es más difícil conseguir empleo (71%, cinco puntos por debajo de julio).

Lo cierto es que, según las cifras oficiales, la economía está experimentando una leve recuperación y más bien es el empleo el que continúa desacelerándose. Esta aparente contradicción se podría explicar por la famosa "percepción": las personas responden a los encuestadores desde su propia experiencia, de modo que procesan de manera distinta las preguntas relacionadas con la economía personal y las que tienen que ver con la situación de la economía nacional.

Otro ejemplo: ahora son más quienes dicen que sus compras en centros comerciales son mayores o iguales que hace seis meses (55% versus 49%), pero son menos quienes opinan que la economía está mejor o igual que hace un año (56% versus 59%). Y mientras subió nueve puntos, hasta 32%, el porcentaje de quienes esperan una disminución de sus ingresos para este año, los optimistas que creen que dentro de un año habrá más inversión son ahora el 26% (cinco puntos de aumento).

Se podría concluir que los peruanos ven que la economía nacional continúa deteriorándose, pero tienen la esperanza de que en setiembre del 2016 el capital privado se habrá dinamizado. Quizás las empresas tengan una idea diferente, teniendo en cuenta que no habrán pasado ni dos meses desde la asunción del nuevo Gobierno, pues nadie sabe cuál serán los resultados de su política económica.

En cuanto a la economía personal, parece ser que aunque la mayoría espera que sus ingresos sean iguales o menores este año que el 2014, están realizando más gastos en centros comerciales. Quizás estas posiciones poco racionales también expliquen sus decisiones al momento de votar.