Redacción Gestión

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AGRO. Las exportaciones de bienes caerán por segundo año consecutivo, pero todo indica que las no tradicionales lograrán recuperarse. Entre enero y octubre, crecieron 6.9% respecto al mismo periodo del 2013, y gran parte de ese resultado corresponde a los embarques de productos agropecuarios –representan la tercera parte del total–, que se expandieron 27.6% hasta sumar US$ 3,269 millones.

Es comprensible que nos concentremos en las malas noticias, pero parece que los empresarios agrícolas se han propuesto ir contra la corriente y demostrar que, con poco ruido y casi sin quejarse, están abriéndose paso en los mercados internacionales pese a que estos no han estado boyantes. Salta a la vista el enorme crecimiento de tres rubros: cereales (48.2%), frutas (48.1%) y té, café, cacao y esencias (44.8%).

En el primero es clara la influencia de la quinua, que se está convirtiendo en el alimento saludable de moda en los países avanzados. En el segundo rubro, destaca la diversificación de los cultivos y la rápida respuesta de los productores ante las nuevas tendencias del mercado. En vista de que la tierra es un bien escaso, el aumento de la superficie sembrada de uvas de mesa y arándanos, por ejemplo, ha obligado el reemplazo parcial de las hectáreas de legumbres, otrora líderes del sector.

Pero no todo es color de rosa. Existen dificultades que hay que solucionar. En el caso de la nueva estrella (la quinua), se requiere la participación del sector público en capacitación y se deben evitar errores como el reparto de semillas no certificadas, que incluso han generado la devolución de contenedores con el grano. La información sigue siendo una necesidad insatisfecha, sobre todo en las zonas alejadas de los valles costeños.

Menos del 10% de las tierras del país se destina a la agroindustria y los proyectos de irrigación impulsarán el aumento de ese porcentaje. Sin embargo, tras la puesta en marcha de Olmos y el inicio de obras en Chavimochic III, no quedan otros de gran envergadura en cartera. Las agroexportaciones han tenido un año muy bueno, pero no hay que dormirse en los laureles.

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