POLÍTICA ECONÓMICA. La contracción del gasto fue el más grave error que cometió Alfredo Thorne cuando estuvo al frente del MEF, aunque luego el mandatario haya intentado asumir la culpa. El ajuste se realizó en todas las instancias del Gobierno durante el último trimestre del 2016 y fue de tal magnitud que se cerró el año con un déficit fiscal de 2.6% del PBI, cuando la meta anunciada (por el Gobierno anterior) había sido de 3% del PBI. En un contexto de enfriamiento de la economía, esa medida resultó ser contraproducente y, desde entonces, el gasto público ha enfrentado dificultades para recuperarse.

Pero el anterior no fue el único error, hubo otros como la creación de un régimen tributario especial para las pymes, pues en lugar de impulsar la formalización, incentivó la migración de empresas ya formalizadas desde el régimen general, provocando una caída en la recaudación. Y con el consumo casi estancado y la desacelerada actividad no primaria, los ingresos fiscales están enfrentando un panorama inquietante. Un último informe de la Sunat considera que esta caída en la recaudación será solo temporal, sin embargo habrá que ver para creer.

Pero los buenos gobernantes aprenden de sus errores y aunque los que se cometen en política económica generan muy serias consecuencias –en la inversión privada y la generación de empleo, por ejemplo–, el nuevo titular del MEF, Fernando Zavala, parece dispuesto a enmendar el rumbo. Sus 18 propuestas para la reactivación siguen los lineamientos de algunas medidas de Thorne, que antes de su abrupta salida estaban comenzando a tomar forma.

En esa lista figura el anunciado (hasta la saciedad) impulso de la inversión pública, así como la Reconstrucción con Cambios, un mayor gasto en programas sociales, compras a las pymes y redistribución de recursos a gobiernos regionales y municipales con buen manejo de sus presupuestos. La política fiscal expansiva continuará el próximo año y tendrá tres dinamizadores: la reconstrucción, la Línea 2 del Metro de Lima y las obras para los Panamericanos.

Asimismo, cinco de las propuestas tienen que ver con ProInversión y la promoción de la inversión privada. Hay que recordar que esta entidad se encuentra en reorganización y que el plazo para que culmine ese proceso está por vencer. La principal novedad del plan de Zavala, con respecto al anterior, será que se ejecute.

Todo parece factible de realizarse, pero ya hemos tenido planes ambiciosos en el pasado que se quedaron a medio camino o que terminaron plagados de ineficiencias y hasta corrupción. Zavala promete que esta vez "las cosas se harán diferente". Estaremos atentos.