Investigadores están comenzando el primer estudio sobre si dos de las vacunas experimentales británicas contra el COVID-19 pueden administrarse mediante inhalación, una posible forma de aumentar su capacidad para prevenir el contagio de esta enfermedad transmitida por el aire.
El estudio comparará vacunas experimentales del Imperial College London y la Universidad de Oxford administradas por inhalación a través de la boca, de acuerdo con un comunicado dado a conocer el lunes. La esperanza es que al dirigirse a las células ubicadas en las membranas que revisten los pulmones se induzca una respuesta inmunitaria más eficaz.
Los científicos están buscando la forma más eficiente de proteger del coronavirus a la población más vulnerable. La enfermedad ya ha afectado a más de 29 millones de personas en todo el mundo.
Si bien ya se está probando en humanos una docena de vacunas, la mayoría de ellas se inyecta. Otras técnicas de administración pueden ser más efectivas, dijo Robin Shattock, experto en vacunas del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College.
“Bien puede ser que un grupo tenga la vacuna correcta pero el método de administración incorrecto, y solo ensayos como este podrán aclararnos eso”, dijo en el comunicado.
Las células del pulmón son especializadas y producen respuestas inmunitarias diferentes a las que se observan en el resto del cuerpo, dijo Chris Chiu, director de la Red Imperial para la Investigación de Vacunas y líder del estudio de vacunas inhalables. La investigación comenzará en las próximas semanas en una instalación ubicada en la zona oeste de Londres con 30 voluntarios.
Los científicos probarán una técnica de administración similar a la forma en que se administran los medicamentos inhalables para el asma. Para cada una de las vacunas, probarán dosis bajas, medias y altas. El ensayo está financiado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud e Investigación e Innovación del Reino Unido.