Con una economía en bancarrota, crisis de liquidez y una fuerte caída de las remesas y el turismo, el anuncio del Gobierno cubano de la unificación monetaria a partir de enero próximo supone una “durísima terapia de choque” para la población, que la sentirá dolorosamente en sus bolsillos, según la consultora Havana Consulting Group.
Así de tajante se expresó Emilio Morales, el presidente de dicha firma asesora en su análisis sobre las implicaciones del “paquetazo” anunciado por Cuba para eliminar la dualidad monetaria, es decir, el fin del peso convertible (CUC), paritario con el dólar, para dejar como única moneda oficial de la isla al peso cubano (CUP).
Y es que el ansiado fin de la dualidad monetaria se materializa, en opinión de Morales, en el “peor momento que vive el país en lo político, económico y social en más de seis décadas de sistema totalitario”.
Así, la llamada “tarea de ordenamiento”, consistente en la desaparición del CUC, se presenta como el “perfecto sepulturero del sistema”, una medida de una “grave torpeza” no por la eliminación de la dualidad monetaria, sino por la forma en que se ha llevado acabo “obviando las reglas elementales del mercado”, opinó.
El único aspecto positivo de esta “metida de pata” es que la “tarea de ordenamiento” se convertirá en el “caballo de Troya que acelerará el proceso para forzar una transición en Cuba”.
A juicio de Morales, la señal es clara: “El sistema está llegando a su fin” y su “hundimiento, inevitable”.
“El sistema es irreformable, insalvable”, y esta medida que acaba de implementar el Gobierno cubano es la “gota que colmará la copa de la frustración de la población”.
Aumento ficticio del salario
En el informe, el economista cubano califica de “ficticio” el aumento salarial previsto en la isla caribeña, una subida que “carece de respaldo productivo” y ausencia de cualquier “reforma estructural de la economía”, lo que convierte esta medida en un “globo que se desinflará muy rápido”.
El Gobierno cubano ha fijado el salario mínimo en 2,100 pesos cubanos (CUP), unos US$ 87 al cambio previsto, mientras que las pensiones oscilarán entre los 1,528 (US$ 64) y 1,733 CUP (US$ 72), según datos del Havana Consulting Group.
Pero esta subida “totalmente ficticia” no podrá cubrir los altos costos que tendrá que pagar una familia por la escalada de los precios de la cesta de la compra, la electricidad, el transporte, la telefonía, etc.
Una situación que podría desembocar en un “mayor activismo contestatario por parte de la población en las calles”.
Mercado negro disparará la tasa de cambio
Morales apuntó que la elevada tasa de cambio en el mercado negro muestra la “alta demanda insatisfecha que existe”, debido principalmente a la “escasez de productos en el mercado minorista dolarizado y controlado por el Estado”.
A la postre, el mercado informal es la “válvula de escape de la población para sobrevivir en el modelo centralizado que ha impuesto” el Gobierno cubano por más de 60 años.
La consultora hizo hincapié en los profundos desajustes de la economía cubana, con más del 35% de la población en edad laboral desempleada, el 65% de los trabajadores recibiendo un salario “prácticamente subsidiado por el Estado” y el 80% de los productos alimenticios que se consumen importados.
Inflación inevitable
Por ello, la inflación resultará “inevitable”, con un ajuste “artificial” de la tasa debido a una economía “disfuncional” sin un “mercado libre de oferta y demanda, de libre empresa y de liberación de precios”.
La “tarea de ordenamiento” no aporta medidas positivas encaminadas a mejorar la economía al dejar fuera tres elementos clave: la “liberación de las fuerzas productivas, la liberación de precios y el establecimiento de un mercado libre de empresa regido por la oferta y la demanda”, precisó Morales.