Jeanine Añez tiene 52 años.
Jeanine Añez tiene 52 años.

Una senadora opositora podría asumir la presidencia de tras la renuncia de , quien abandonó el poder presionado por la oposición y las Fuerzas Armadas, dejando un vacío institucional el lunes en el país andino.

En medio de una ola de enfrentamientos entre partidarios y opositores a Morales en La Paz, la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, , sostuvo que está dispuesta a asumir temporalmente el Gobierno.

“Voy a asumir el reto solamente para estar lo necesario para llamar a elecciones transparentes, para que los bolivianos tengan la certidumbre de que su voto va a ser respetado”, dijo Añez en una entrevista con el canal de televisión Red Uno, en la que no aclaró cuando podría producirse su asunción.

Pero la dimisión de Morales debe ser aún aprobada por la Asamblea Legislativa, que a su vez debe decidir los pasos a seguir para encauzar la situación institucional. Añez dijo que el Senado convocará el martes a una sesión.

La Cámara de Diputados, sin embargo, suspendió la sesión prevista para el martes por razones de "fuerza mayor" e "inseguridad ciudadana", según un comunicado de la Secretaría General de la cámara baja, por lo que la incertidumbre se mantendría al menos hasta el miércoles.

La Asamblea Legislativa, que debe ser convocada por las dos cámaras del Congreso, recibió el lunes la carta de dimisión de Morales, en la que denuncia persecuciones de “los golpistas” a sus aliados y familiares.

Según la normativa boliviana, en ausencia del presidente y el vicepresidente -quien renunció junto con Morales-, el jefe del Senado se haría cargo provisionalmente de conducir el país y, de no poder, debería hacerlo el titular de la Cámara de Diputados. Pero el domingo ambos dimitieron, como también el vicepresidente del Senado.

La crisis se aceleró en la mañana del domingo con un informe de la (OEA) que señaló que las elecciones del 20 de octubre deberían ser anuladas para dar paso a nuevos comicios, luego de haber encontrado “irregularidades” que cuestionaron la victoria de Morales.

El organismo se reunirá el martes de forma especial para analizar la situación de Bolivia.

Tras hacer un llamado a nuevas elecciones que no fue escuchado, Morales dijo el domingo que renunciaba para reducir la violencia que se ha apoderado de la nación andina y denunció un "golpe de Estado" en su contra.

El lunes, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la renuncia de Morales preserva la democracia en el país sudamericano y envía una fuerte señal a los "regímenes ilegítimos" de Venezuela y Nicaragua.

Violencia

Las tensiones en todo el país, que han estado presentes durante semanas, aumentaron durante la noche del domingo y la madrugada del lunes con el vacío de poder luego de la renuncia de Morales y muchos aliados políticos del Gobierno.

En la capital y en la ciudad oriental de Santa Cruz, multitudes celebraron la renuncia de Morales, quien intentó buscar un cuarto período al mando del país en una elección que estuvo plagada de acusaciones de fraude.

Pero al caer la noche hubo saqueos de negocios e incendios de propiedades. La prominente figura de oposición y académico Waldo Albarracín publicó en su Twitter que su casa había sido incendiada por seguidores de Morales.

Por su parte, otro video ampliamente compartido parecía mostrar a la gente dentro de una propiedad de Morales realizando graffitis en las paredes de su vivienda.

"Obviamente tengo miedo de lo que pasará, todo es un desorden en la ciudad, hay peleas entre vecinos", dijo a Reuters Patricia Paredes, una secretaria de 35 años que trabaja en un organismo público.

En medio de la conmoción, las Fuerzas Armadas lanzaron un plan para proteger los servicios públicos "esenciales" de eventuales sabotajes.

La situación generó preocupación y críticas en todo el continente, donde muchos líderes consideraron que hubo un golpe de Estado contra Morales.

México, Venezuela y el presidente electo de Argentina, entre otros, respaldaron al líder indígena. En tanto, Rusia acusó a la oposición boliviana de desatar una ola de violencia en el país.

En Argentina, una multitud marchó frente a la embajada de Bolivia en apoyo a Morales.

El presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, dejó entrever satisfacción en su cuenta de Twitter: “Gran día”, tuiteó el domingo el mandatario.

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