Rusia no bloqueará las redes sociales extranjeras, pero exigirá a estas el cumplimiento de las leyes y tomará medidas como limitar su velocidad de trabajo en caso de infracciones, afirmó el presidente ruso, Vladímir Putin.
“No tenemos este tipo de planes, no tenemos la intención de bloquear a nadie, trabajaremos con ellos, pero surgen inquietudes cuando no cumplen nuestras exigencias y leyes”, dijo el líder ruso durante su tradicional Línea Directa con los ciudadanos, transmitida por la televisión.
Desde principios de año Rusia ha tomado medidas restrictivas e impuesto sanciones a diversas redes sociales y motores de búsqueda extranjeros por no eliminar “contenidos prohibidos” por las leyes rusas.
En particular, han sido multadas redes y servicios como Telegram, Google, Facebook, TikTok y Twitter.
Rusia ralentizó el servicio de esta última red social debido al “incumplimiento sistemático” de las demandas del regulador ruso de comunicaciones, Roscomnadzor.
El mandatario afirmó que Rusia “debe tener autoestima” a la hora de tratar con las redes sociales extranjeras.
“Cuando nos dicen trabajaremos en vuestro país y si no les gusta algo, les daremos baratijas y alégrense que les dimos algo brillante, esto rebaja nuestra dignidad”, señaló.
Putin constató que las redes sociales que operan en Rusia “ganan cantidades considerables de dinero” por lo que “deben respetar nuestras leyes, no les pedimos nada especial”.
“En una primera etapa insistimos y exigimos que estas plataformas internacionales abran aquí representaciones en toda regla, personalidades jurídicas con las que se pueda al menos dialogar”, indicó.
Esto permitiría, según el presidente ruso, notificar a estas redes de la publicación de “pornografía infantil, instrucciones sobre cómo suicidarse o cómo fabricar un cóctel Mólotov” para que sea eliminado.
“Ellos simplemente no nos escuchan, ni siquiera quieren escuchar lo que decimos, y eso es incorrecto”, observó.
El presidente ruso constató sin embargo que algunas redes sociales escuchan las demandas rusas y están dispuestas a abrir sedes en el país.
“Pero si no lo hacen, o si las representaciones no atienden las demandas de las leyes rusas, existen diversos medios técnicos como la ralentización (de la red) u otros”, alertó, al reiterar que “no tenemos planes de cerrar a nadie”.