Las fuerzas rusas bombardearon este miércoles la periferia de Kiev y una ciudad asediada en el norte de Ucrania, un día después de que anunció que reduciría sus operaciones en la zona, lo que Occidente consideró como una táctica de reagrupación tras las grandes pérdidas sufridas.
Tras casi cinco semanas de una invasión en la que no ha logrado capturar ninguna ciudad importante, Rusia dijo que reduciría las operaciones cerca de Kiev y Chernígov en el norte “para aumentar la confianza mutua” para las conversaciones de paz.
Sin embargo, el miércoles por la mañana se oyeron en Kiev bombardeos a los suburbios de la línea del frente, donde las fuerzas ucranianas han recuperado terreno en los últimos días. La capital en sí no fue alcanzada, pero las ventanas se sacudieron por la incesante artillería en sus alrededores.
Periodistas de Reuters en el sureste de Irpín, un suburbio de Kiev que ha sido testigo de semanas de intensos enfrentamientos, escucharon el sonido de los frecuentes bombardeos y las explosiones de artillería en el suelo y en el aire. Ucranianos que fueron evacuados hablaron de intensos bombardeos al norte de Irpín, con proyectiles que cayeron en la propia ciudad y de cadáveres en las calles.
El alcalde de Chernígov, Vladyslav Astroshenko, dijo que los bombardeos rusos sobre esa ciudad se habían intensificado en las últimas 24 horas, y que más de 100,000 personas estaban atrapadas en ella con apenas alimentos y suministros médicos para una semana.
“Esta es otra confirmación de que Rusia siempre miente”, afirmó Astroshenko a CNN. “De hecho, ha aumentado la intensidad de los ataques”, con “un colosal bombardeo de mortero en el centro de Chernígov” que hirió a 25 civiles el miércoles.
Reuters no pudo verificar la situación en Chernígov. El Ministerio de Defensa ruso no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La propia Irpín fue reconquistada por las fuerzas ucranianas esta semana. Periodistas de Reuters, que entraron el martes, vieron a las tropas ucranianas patrullando una ciudad fantasma con edificios en ruinas, y los cadáveres de un anciano y una mujer tendidos en las calles.
En un discurso nocturno, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dejó claro que no se tomaba al pie de la letra nada de lo que dice Moscú.
“Los ucranianos no son gente ingenua”, dijo. “Los ucranianos ya han aprendido durante estos 34 días de invasión, y durante los últimos ocho años de guerra en Dombás, que en lo único en lo que pueden confiar es en un resultado concreto”.
El asesor de Zelenski, Oleksiy Arestovych, comentó que Rusia estaba desplazando algunas fuerzas del norte de Ucrania al este, tratando de rodear a la principal fuerza ucraniana allí. Algunos rusos se quedarían cerca de Kiev para contener a las fuerzas ucranianas, aseguró.
Las fuerzas rusas también golpearon instalaciones industriales en el oeste de Ucrania en tres ataques durante la noche, informó un gobernador regional.
Recuperación de ciudades
Alrededor de una cuarta parte de los ucranianos han sido expulsados de sus hogares por el mayor ataque contra un país europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Naciones Unidas informó este miércoles que el número de personas que han huido del país ha superado los cuatro millones. Más de la mitad de esos refugiados son niños y el resto, en su mayoría, mujeres.
En la última semana, las fuerzas ucranianas han realizado importantes avances, recuperando ciudades y pueblos en las afueras de Kiev, rompiendo el asedio de la ciudad oriental de Sumy y haciendo retroceder a las fuerzas rusas en el suroeste.
Periodistas de Reuters que visitaron las zonas reconquistadas vieron pueblos arrasados, llenos de restos quemados de tanques rusos y cuerpos carbonizados de soldados.
En el pueblo de Mala Rohan, en la región oriental de Járkov, dos tanques quemados con las torretas arrancadas estaban cerca de las casas dañadas. Maksym, un soldado ucraniano, dijo que los rusos estaban siendo rechazados “lenta pero constantemente”.
“Creo que su moral ha bajado. La mayoría de ellos ya han comprendido que cometieron un gran error al venir aquí. Por lo tanto, creo que no tienen ninguna posibilidad aquí, vamos a ganar”, subrayó.
El Pentágono dijo que Rusia había empezado a alejar un número muy pequeño de tropas de las posiciones alrededor de Kiev, describiendo el movimiento más como una reubicación que como una retirada.
“Todos debemos estar preparados para ver una ofensiva mayor contra otras áreas de Ucrania”, afirmó el portavoz John Kirby en una sesión informativa. “No significa que la amenaza a Kiev haya terminado”.
Rusia dice que está llevando a cabo una “operación especial” para desarmar y “desnazificar” a su vecino. Los países occidentales dicen que Vladimir Putin lanzó una invasión no provocada, que incluyó un asalto a gran escala a la capital que fue repelido por la férrea defensa ucraniana.
También ha dicho que su principal objetivo es ahora el sureste de Ucrania, una región llamada el Donbás, donde está tratando de capturar más territorio para los separatistas que ha respaldado desde el 2014.
La zona incluye Mariúpol, un puerto de 400,000 personas arrasado tras un mes de asedio ruso, donde Naciones Unidas cree que pueden haber muerto miles de personas.
El miércoles, las fuerzas rusas estaban bombardeando casi todas las ciudades a lo largo de la línea del frente de la región, dijo el gobernador de Donetsk, que forma parte del Dombás. En Mariúpol se registraron de nuevo intensos combates.
El Ministerio de Defensa británico dijo que el anuncio de que Moscú se estaba centrando en el Dombás era “probablemente una admisión tácita de que está luchando por mantener más de un eje de avance significativo”. Agregó que las fuertes pérdidas habían obligado a Moscú a retirar tropas a Rusia y Bielorrusia para reabastecerse y reorganizarse.
Obstáculos
Rusia y Ucrania celebraron el martes en un palacio de Estambul sus primeras conversaciones de paz cara a cara en casi tres semanas.
Ucrania presentó una propuesta de paz según la cual aceptaría el estatus de neutralidad con garantías internacionales para protegerla de futuros ataques. La propuesta exige un alto el fuego y pospone la discusión de las demandas territoriales de Rusia.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el miércoles que era bueno tener la propuesta ucraniana por escrito, pero que no había indicios de un avance.
Las sanciones occidentales han aislado a Rusia del comercio mundial hasta un grado nunca antes visto en una economía tan grande. Sin embargo, Rusia sigue siendo el mayor proveedor de petróleo y gas de Europa, y ha dicho a los compradores occidentales que tendrán que pagar con rublos.
Alemania, el mayor cliente de gas de Rusia, declaró el miércoles una “alerta temprana” sobre una posible emergencia si Rusia corta el suministro.
El ministro de Economía, Robert Habeck, instó a los consumidores y a las empresas a reducir el consumo, diciendo que “cada kilovatio-hora cuenta”.