Militares rusos se desplegarán en los territorios de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas este lunes por Moscú, para ejercer funciones de pacificación, según sendos decretos firmados por el presidente ruso, Vladímir Putin.
De acuerdo con los documentos, los militares rusos “garantizarán la paz” en esos territorios hasta la firma de acuerdos sobre la Amistad, la Cooperación y la Ayuda Mutua entre ambas entidades y Moscú.
El presidente ruso, Vladimir Putin, tomó este lunes la decisión de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk después de recibir de sus respectivos líderes una solicitud al respecto y una vez que la Duma (Cámara Baja del Parlamento de Rusia) le enviara el pasado 15 de febrero una resolución para instarle a dar ese paso.
Los decretos firmados por el mandatario ruso establecen también iniciar consultas entre Moscú y las repúblicas reconocidas para el establecimiento de relaciones diplomáticas.
Los documentos entran en vigor desde el momento de su publicación, según el texto de los mismos.
El mandatario ruso Putin firmó los decretos con el reconocimiento de Donetsk y Lugansk tras una larga alocución televisada a la nación.
“Considero necesario tomar una decisión que desde hace tiempo caía por su propio peso: reconocer de inmediato la independencia y la soberanía de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk”, dijo Putin al final de su discurso.
Putin sostuvo en su discurso que la situación en el Donbás, donde se enfrentan los separatistas prorrusos desde el 2014 con el Ejército ucraniano en un conflicto que se ha cobrado la vida de unas 14,000 personas, es “crítica, grave”.
La decisión de reconocer a ambas repúblicas autoproclamadas fue secundada casi por unanimidad por los integrantes del Consejo de Seguridad ruso.
El vicepresidente de ese órgano, Dmitri Medvédev, comparó la situación con el 2008, cuando él, como entonces presidente de Rusia, tomó la decisión de reconocer a las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.
Eso, según Medvédev, permitió salvar “centenares de miles de vidas” de los residentes en esos territorios.