Cada vez más mujeres forman parte de los comentarios y narraciones en directo del Mundial de fútbol masculino, algo que ha quedado patente en Rusia 2018, y muchas de ellas tienen que combatir contra los prejuicios y los insultos sexistas.
Si presentadoras, expertas y tertulianas se han ido ganando su hueco desde hace años en las emisiones deportivas de gran parte del mundo, la narración en directo de los partidos de la competición ha sido habitualmente un terreno reservado a los hombres en los principales medios.
Claudia Neumann en la televisión ZDF alemana, Vicki Sparks en la BBC británica, Hanna Marklund en la TV4 sueca, Lise Klavenesess en la NRK noruega e incluso Aly Wagner para la Fox estadounidense han roto el techo de cristal gracias al Mundial de Rusia, pero en las redes sociales han tenido que pagar un cierto precio.
"¡No quiero mujeres como comentaristas de fútbol! ¡Eso está claro!", se lee en Twitter por parte de un aficionado no muy conforme con la decisión. "Vicki Sparks en la BBC es horrible. La igualdad a marchas forzadas me enfada", se afirma en otro.
"Imagino que Neumann no es ni siquiera capaz de hacer una buena sopa de patata", afirma otro internauta.
Ante esa tormenta de mensajes sexistas en las redes sociales, compañeros, instancias deportivas y otros usuarios de esas redes han reaccionado para defender a las pioneras.
"Lise Klaveness está blindada. Se ha informado de manera excepcional y ha tenido que superar muchos obstáculos. Lise merece reconocimiento", afirmó al diario Aftenposten Egil Sundvor, director de Deportes de NRK, la cadena pública noruega.
"Todos los límites"
En Alemania, Claudia Neumann, que ya narró partidos de la Eurocopa 2016 y de la Liga de Campeones, recibió el respaldo de la Confederación Olímpica y Deportiva Alemana.
Bibiana Steinhaus, primera mujer en arbitrar partidos de la Bundesliga masculina este año, tuvo que combatir contra prejuicios similares, lo que le ha hecho ser especialmente solidaria con ella.
"Claro que aceptamos las críticas, incluidas las que van contra los comentaristas, pero en el caso de Claudia Neumann se han superado todos los límites", se queja el jefe de Deportes de la ZDF, Thomas Fuhrmann.
"Parece que tocamos un punto sensible: una mujer comentando un partido de un Mundial masculino. A algunos en Internet eso les hace enloquecer", añadió.
Pero no sólo usuarios anónimos se dejan llevar por sus prejuicios, también nombres destacados como el exinternacional inglés John Terry, que había insinuado que tenía problemas en seguir un partido narrado por una voz femenina.
En Instagram había dicho que debía "apagar el sonido" de los partidos comentados por Vicki Sparks. Tras una lluvia de críticas, se defendió aludiendo a "un problema técnico".
La profesora de Periodismo Jana Wiske recordó al semanario alemán Spiegel que de los 419 periodistas alemanes que trabajan en la cobertura del Mundial 2018, apenas 49 son mujeres.
"Sigue siendo inhabitual escuchar a una mujer" comentando un partido, escribe Wiske. "El fútbol es un mundo de hombres, no sólo en Alemania, por lo que no son una sorpresa esas críticas humillantes contra la comentarista", lamenta.
Más mujeres
La Confederación Olímpica y Deportiva Alemana encontró la solución para mejorar ello en su país: "Poner más comentaristas en disciplinas pretendidamente masculinas y, sobre todo, voces femeninas en el fútbol durante el Mundial, la Eurocopa o la Liga de Campeones".
Algunos medios han mostrado su voluntad de avanzar en esa tendencia. La televisión pública alemana ARD anunció que busca "a medio plazo" una comentarista para los partidos masculinos.
"Me doy cuenta de que pocas mujeres desean tomar el camino de ser comentarista", argumenta Axel Balkausky, jefe de Deportes de la cadena. En Alemania, más del 90% de los periodistas deportivos son hombres.
Por ello se hace necesario también atraer dentro de la profesión a candidatas que sean capaces de sobreponerse a unos inicios que seguramente sean hostiles.
En Rusia 2018 han sido muy comentados también varios episodios de mujeres periodistas que han sido agredidas, tocadas o besadas a la fuerza por hinchas de fútbol.
Esos incidentes coinciden en el tiempo con el movimiento mundial #MeToo, que anima a las mujeres a romper el silencio sobre las agresiones de las que son víctimas.