Recuperado tras su convalecencia, el primer ministro británico Boris Johnson retomó el lunes las riendas del gobierno y de la controvertida gestión de la pandemia de coronavirus afirmando que el país “empezó a invertir la tendencia” pero debe “seguir adelante” con el confinamiento.
Un poco más delgado y con su indisciplinada cabellera rubia algo más larga, Johnson hizo su primera aparición pública desde que salió del hospital del 12 de abril ante unas cámaras situadas a toda prisa frente a la puerta de Downing Street cuando el ejecutivo anunció una comparecencia inesperada.
“Gracias a nuestra determinación nacional colectiva hemos empezado a invertir la tendencia”, dijo. “Creo que llegamos ahora al final de la primera fase de este conflicto y estamos cerca del éxito”, agregó.
Sin embargo, advirtió del “riesgo de un segundo pico” de la epidemia si las medidas se relajan demasiado pronto y llamó al país a “contener la impaciencia”.
De momento, afirmó, no está en condiciones de precisar cuándo se levantarán las medidas de confinamiento impuestas el 23 de marzo y prolongadas al menos hasta el 7 de mayo.
Duras críticas
El jefe del gobierno conservador, de 55 años, es el único líder de una gran potencia que enfermó gravemente con coronavirus.
El lunes presidió la reunión diaria sobre la crisis “y ahora retoma sus obligaciones al completo”, precisó su portavoz.
Johnson estuvo diez días aislado en su apartamento de Downing Street antes de ser ingresado en un hospital londinense, incluido un complicado paso por cuidados intensivos, y después permaneció convaleciente durante dos semanas en su residencia de campo.
Mientras tanto, su ejecutivo era duramente criticado por prensa y oposición por la gestión de la crisis.
Con 20,732 fallecimiento registrados en hospitales, el Reino Unido se encuentra entre los países europeos más afectados. Pero el balance es mayor si se suman las muertes en las residencias de ancianos que no se contabilizan de manera oficial y ascienden a miles según representantes del sector.
Sin embargo, el domingo las autoridades registraron 413 fallecimientos en las últimas 24 horas, el balance más bajo desde el 31 de marzo.
El martes a las 11H00 (10H00 GMT) se mantendrá un minuto de silencio en honor del personal sanitario y otros "trabajadores de sectores claves que perdieron la vida mientras ayudaban a otros", anunció un hospital londinense.
La peor recesión en “siglos”
“Impaciente” por reunirse con el jefe de gobierno, el recientemente elegido nuevo líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, le envió una carta reiterándole sus críticas.
Según Starmer se cometieron graves “errores” y el gobierno ha sido “demasiado lento”, tanto en decidir y luego revisar el confinamiento como en la realización de test y el suministro de equipos de protección al personal sanitario.
Sin embargo, Londres adelantó que prevé, para cuando el número de casos de contagios haya disminuido significativamente, poner en marcha una aplicación para rastrear los contactos de las personas que están enfermas y evitar así un repunte de la epidemia.
Respecto a las consecuencias económicas, el Banco de Inglaterra advirtió el jueves que el país enfrentará la peor recesión desde “hace siglos”.
Y, demostrando los desacuerdos crecientes entre las filas conservadoras, el diputado Graham Brady llamó a reactivar cuanto antes la economía.
"Creo que deberíamos decantarnos por la apertura y tratar de asegurarnos de que más gente pueda seguir con sus vidas y más gente pueda volver a sus trabajos", dijo a la radio BBC el domingo por la noche.
Johnson aseguró que su gobierno podría “empezar a refinar gradualmente las restricciones económicas y sociales, y uno por uno encender los motores” de la economía.
Se negó a dar más detalles, pero prometió ser más transparente sobre el proceso y trabajar con los partidos de la oposición.
Su ejecutivo anunció también que a partir de ahora incluirá preguntas de la ciudadanía a los ministros y expertos en la rueda de prensa diaria sobre el coronavirus.