La Paz. La ciudad de La Paz y su vecina de El Alto registraron la noche de este miércoles incidentes entre defensores y contrarios al presidente de Bolivia, Evo Morales, en una nueva jornada de disturbios en la crisis por la que atraviesa el país tras las elecciones.
Los incidentes en ambas ciudades se prolongaron hasta la medianoche, con choques con la policía, que empleó gases lacrimógenos para dispersar a los violentos.
El centro de La Paz fue el escenario de los enfrentamientos en una zona cercana a la sede del gobierno de Bolivia, donde el martes en la noche también hubo protestas con una decena de heridos.
Esta vez los disturbios se produjeron entre grupos de universitarios que exigen la renuncia del presidente, al que acusan de fraude a su favor en las elecciones del 20 de octubre, y mineros que defienden la victoria de Morales para un cuarto mandato.
Una fuerte lluvia contribuyó a dispersar a los grupos de violentos.
El ministro de Defensa de Bolivia, Javier Zavaleta, en declaraciones a los medios cerca del lugar, atribuyó “la escalada de violencia en el país” a un llamado del líder cívico Luis Fernando Camacho, que horas antes había llegado a La Paz con intención de entregar una carta a Evo Morales para que firme su renuncia.
Zavaleta culpó al líder del Comité Pro Santa Cruz de instigar a “grupos de choque organizados, que están viniendo a provocar”, a la vez que lo invitó a que “haga un llamado a pacificar y repliegue a estos grupos”.
En la vecina ciudad de El Alto también hubo enfrentamientos, que dispersó la policía con gases lacrimógenos, junto a la autopista que comunica esta urbe del altiplano con La Paz.
Un grupo de universitarios que había quedado bloqueado en el aeropuerto internacional de El Alto, por manifestantes afines a Evo Morales, pudo salir en la noche, según un comunicado del Ministerio de gobierno (Interior) de Bolivia.
Los universitarios, que permanecieron acorralados por varias horas, habían acudido en la tarde a recibir a Camacho, procedente de la ciudad boliviana de Santa Cruz.
Las protestas que se suceden en Bolivia desde el día siguiente a las elecciones, cuando oposición y comités cívicos denunciaron fraude electoral, dejaron este miércoles un fallecido, el tercero desde el estallido de violencia en el país.
Un joven de 20 años falleció en un hospital de la ciudad de Cochabamba, en el centro del país, tras sufrir graves heridas en enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente.
La jornada fue la más violenta desde que dos hombres murieron la semana pasada en choques entre afines y contrarios a Morales en la ciudad oriental de Montero.