Los países del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) acordaron este jueves en la ciudad paraguaya de Luque fortalecer el trabajo conjunto para abordar la seguridad de la región, en la primera cita del grupo desde que Chile suspendió su participación.
La intención quedó plasmada en su declaración de cierre, en la que reiteraron su “más firme determinación para robustecer la seguridad y la estabilidad regionales y continuar con la lucha frontal contra el crimen organizado transnacional, sus delitos conexos y su financiamiento”.
En tal sentido, acordaron adoptar “medidas que permitan una actuación regional eficiente y coordinada, con una perspectiva que promueva el fortalecimiento de las instituciones y fomente la confianza mutua”.
Esa intención la puso de manifiesto el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, desde la apertura de la reunión extraordinaria convocada por su país, que ocupa la presidencia pro tempore del mecanismo.
“El gran desafío que enfrentamos es desarrollar herramientas conjuntas para dar una respuesta regional coordinada, a fin de combatir las amenazas a la seguridad en sus diferentes dimensiones”, señaló el jefe de Estado.
En su discurso, Abdo Benítez pidió dar un “mensaje contundente” a la criminalidad, que, advirtió, “no reconoce fronteras ni respeta jurisdicciones”.
El anfitrión propuso que la lucha común “articule e integre todos los estamentos” de los Estados que componen Prosur y sus diferentes instancias de seguridad.
Además, defendió a Prosur “como una instancia que, sin abanderarse con ideologías políticas, aspira a dar respuestas a los desafíos comunes que enfrenta” la región.
También la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, cuyo país promovió la creación en el 2019 de esta iniciativa, apoyó fortalecer la cooperación “para ser mucho más efectivos en la prevención”.
Ramírez abogó igualmente por la democracia, al advertir que, sin ella, se verán “afectadas las libertades en toda nuestra región”.
En la que será su última participación ante este mecanismo de integración ya que el próximo 7 de agosto concluirá el gobierno del presidente Iván Duque, la también canciller de Colombia pidió no tener “eufemismos”.
“Lo que estamos viendo en toda la región es un populismo que aprovecha todos esos factores de descontento, que se aprovecha obviamente del cambio climático, que se aprovecha de una pandemia, a quienes no les importa además decir mentiras a los ciudadanos”, sentenció.
En coincidencia con los presentes, el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, respaldó que la lucha contra el crimen organizado “sea una política de los mecanismos regionales”.
Holguín señaló como un reto que los países de este foro formalicen un espacio de cooperación “más dinámico”, al tiempo que advirtió sobre la necesidad de luchar contra “los flujos ilícitos que están llegando a la región” después de la pandemia.
“La irrupción que han tenido las estructuras criminales en los procesos políticos, especialmente locales de cada uno de nuestros países, tiene que tener una óptica de análisis trasnacional y regional”, afirmó el canciller.
En ese contexto, planteó que los organismos anticorrupción en cada país tengan una “mirada regional” sobre el ingreso de esos flujos lícitos, al alertar sobre su influencia en las elecciones de concejalías y alcaldías, lo que advirtió “representa después una amenaza para los Estados centrales”.
Entre otros, exhibió como logros del Gobierno del presidente Guillermo Lasso la incautación de 327 toneladas de cocaína en su primer año de gestión y la desarticulación de la que describió como “una de las redes más grandes de tráfico de personas” entre un pueblo de la sierra central de su país y México.
El encuentro, del que también participaron el primer ministro de Guyana, Mark Anthony Phillips; el canciller de Brasil, Carlos França, y la embajadora de Perú en Paraguay, María Milagros Castañón, fue el primero desde que el presidente de Chile, Gabriel Boric, decidió suspender de manera oficial la participación de su país.
Prosur fue creado por el entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera, y su homólogo colombiano, Iván Duque, como alternativa a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que consideraban excesivamente “burocrática e ideologizada”.
El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro -el primero de izquierda en ese país-, no se ha manifestado sobre la continuidad o no de esa nación en Prosur.