Tres comisiones a cargo de afinar el borrador de una nueva constitución chilena y establecer reglas para la transición desde la actual carta magna asumen sus funciones el lunes, después de que la asamblea constituyente terminara de aprobar nuevos artículos durante el fin de semana.
Un total de 499 artículos quedaron incluidos en el proyecto de nuevo texto tras meses de debates en las comisiones y jornadas de votaciones en el plenario de la asamblea, que seguirá en funciones hasta inicios de julio para completar un año desde su instalación.
La nueva constitución propuesta, que los ciudadanos votarán para aprobar o rechazar el 4 de setiembre en un plebiscito de participación obligatoria, es un giro brusco en el enfoque respecto al cuerpo normativo actual, que data de la dictadura de Augusto Pinochet y ha sido reformada varias veces.
La nueva constitución se aleja de un enfoque en los principios de privatización y libre mercado para centrarse en derechos sociales como educación, salud y vivienda. El nuevo texto también amplía la autonomía de los territorios indígenas, crea derechos ambientales y convierte la lucha contra el cambio climático en un deber constitucional del Estado.
El texto también reforma el sistema político, permitiendo la reelección inmediata del presidente y reemplaza el Senado por una nueva “cámara de regiones” que tiene poderes limitados frente a la de diputados.
El pleno, en cambio, rechazó transformaciones más profundas al sector minero, como fortalecer la propiedad estatal en los yacimientos del mayor productor mundial de cobre.
El número final de artículos se reducirá a medida que avance el trabajo de las tres comisiones sobre el borrador del texto, que debe estar listo a inicios de julio. La asamblea, que trabajó en la capital Santiago, se trasladó a la norteña ciudad de Antofagasta donde se realizará una entrega oficial la tarde del lunes.
El respaldo en las encuestas hacia el trabajo de la convención constitucional cayó bruscamente en las últimas semanas, desde que los votantes que tenían la intención de rechazar la nueva constitución superaron a los que planeaban aprobarla por primera vez a principios de abril.
Pero la noche del domingo, la encuestadora Cadem registró el primer aumento entre los votantes de la opción “apruebo” desde fines de marzo, con un aumento de tres puntos a 38% desde inicios de mayo, mientras que los votantes del “rechazo” cayeron dos puntos a 46%.