El mal manejo de la pandemia dejará un legado de deuda, populismo e inestabilidad política que podría provocar que los activos latinoamericanos tengan un desempeño inferior al de otras regiones emergentes de Europa del Este y Asia en los próximos años. La región ya estaba asolada por el crimen organizado, la desigualdad, la corrupción y la pobreza, ahora la política de partidos se está atrofiando.