“Vivimos en democracia y no siempre lo que uno cree que es mejor para el país se aprueba en el Congreso y, en consecuencia, vamos a esperar que termine el proceso legislativo”, apuntó Sebastián Piñera. (Foto referencial: Prensa Presidencia de Chile)
“Vivimos en democracia y no siempre lo que uno cree que es mejor para el país se aprueba en el Congreso y, en consecuencia, vamos a esperar que termine el proceso legislativo”, apuntó Sebastián Piñera. (Foto referencial: Prensa Presidencia de Chile)

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo que la virtual aprobación de una popular ley para el retiro anticipado de los fondos de pensiones, impulsada por la oposición y apoyada por varios diputados oficialistas, no es una “derrota” para su Gobierno.

No siento que uno experimente una derrota cuando lucha con convicción y con fuerza por lo que cree que es lo mejor para Chile y los chilenos”, afirmó el mandatario horas antes de que el Congreso comience la histórica votación.

La iniciativa permitirá retirar de manera anticipada hasta un 10% de los fondos de pensiones mientras dure la pandemia y busca aliviar a la castigada clase media, que representa casi la mitad de los 19 millones de habitantes de Chile.

Para tratar de frenar la ley, Piñera anunció un paquete para la clase media, que incluye un ingreso básico de US$ 600 y créditos estatales blandos, pero no convenció a algunos parlamentarios de su propia coalición, que en primer y segundo trámite votaron a favor del retiro y se espera que también lo hagan este jueves.

El proyecto de ley ha generado un cisma en la coalición gubernamental "Chile Vamos" de consecuencias aún incalculables, con la renuncia a su partido de algunos diputados de la derechista Unión Democrática Independiente (UDI) y acusaciones por intento de compra de votos.

El clima que estamos viviendo hoy en día de temor, de descalificación, de amenazas, de violencia, no le hace bien al alma de nuestro país”, afirmó el gobernante en referencia a las barricadas instaladas la noche del miércoles en algunas de la capital para pedir la aprobación del proyecto.

El gran empresariado chileno y parte del oficialismo, incluido Piñera, se oponen al proyecto, que cuenta con gran apoyo popular, porque creen que empobrecerá a los pensionistas y es el primer paso para desmantelar el sistema chileno de pensiones, replicado en otros países de Latinoamérica y criticado con dureza en los últimos años.

Según la encuesta Plaza Pública Cadem, el 86% de la población está de acuerdo con que la Cámara de Diputados diese luz verde en primera instancia al proyecto y el 82% declara que, de aprobarse definitivamente, retiraría sus fondos.

Vivimos en democracia y no siempre lo que uno cree que es mejor para el país se aprueba en el Congreso y, en consecuencia, vamos a esperar que termine el proceso legislativo”, apuntó Piñera.

El presidente tiene la opción de vetar el proyecto o recurrir al Tribunal Constitucional, aunque los expertos lo descartan pues podría provocar una nueva ola de protestas como la que estalló a finales del año pasado, con una treintena de muertos y miles de heridos y que reivindicaba la transición hacia un modelo más solidario y con mejores pensiones, entre otras demandas.

De promulgarse finalmente el proyecto, Chile se sumaría a países como Perú y Australia que ya han permitido el retiro de fondos durante la pandemia, que mantiene a Chile como uno de los países más afectados del mundo con más 330,000 infectados y cerca de 8,800 muertos.