Paracas.- En el primer día del CADE 2019, el reconocido periodista y conferencista argentino, Andrés Oppenheimer, analizó las protestas sociales registradas en diversos países de la región, subrayando que no observa una “brisa bolivariana” sino “un torbellino de vientos en todas las direcciones”.
Refirió que si bien en Colombia o Chile son fuertes los reclamos contra los gobiernos de centro derecha, también está el caso de Bolivia, donde la mayoría de la población se cansó del abuso de poder del expresidente Evo Morales.
“Lo que estamos viendo no es una brisa bolivariana ni un resurgimiento del chavismo. Estamos viendo un río revuelto que yo creo tiene menos que ver con corrientes ideológicas y más que ver con un fenómeno coyuntural: la caída en el crecimiento de América Latina y de América del Sur especialmente”, refirió Oppenheimer durante su presentación denominada: “Los desafíos políticos y tecnológicos de América Latina en tiempos de convulsión”.
Agregó que nuestra región creció entre 5% a 6% en la década pasada en muchos países y ahora el crecimiento se ha estancado. “Y los países ya no tienen con qué mantener los planes sociales y tienen que ajustarse el cinturón, en algunos casos aumentar las tarifas, y eso está provocando las reacciones en algunos países”, subrayó el también columnista del Miami Herald.
Asimismo, Oppenheimer sostuvo que Perú tiene posibilidades de salvarse de la ola de protestas “por una razón sencilla, el presidente peruano tiene una popularidad de 60%”. Mientras que Sebastián Piñera (Chile) antes de los disturbios tenía una aprobación de 27% e Iván Duque (Colombia) una aceptación de solo 30%.
“Entonces eso le da a Perú cierto colchón. Es más fácil salir a protestar contra un presidente que el 70% de la población no aprueba. Creo que ese factor le da a Perú cierto colchón de tranquilidad”, anotó.
No obstante, el analista advirtió que la región siempre vivirá con la amenaza populista.
Por ello recomendó “no dejarse engañar por charlatanes que quieren hacernos creer que todo está mal y en muchos casos necesitan que países como Chile y Perú fracasen, pues necesitan desviar la atención pública del fracaso que ha sido el sistema que ellos defienden”, apuntó.