Venezuela
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La nueva visa de para los venezolanos que huyen del colapso económico del país fue recibida con confusión el lunes, con cientos de ellos haciendo fila antes del amanecer en el consulado de Caracas preocupados de que se les prohibiera ingresar al país.

Chile la semana pasada anunció el nuevo sistema, que permite a los amenazados por el hambre en medio del colapso económico del país, vivir y trabajar en la nación andina durante un año. Sin embargo, el lunes no había personal adicional en el consulado y solo se permitió ingresar a unas 20 personas con una cita. Los funcionarios del consulado de Chile no pudieron ser contactados para comentar al respecto.

"Esta decisión de Chile es dura", dijo Gilberto Palacios, un arquitecto de 47 años que vino de Maturín, una ciudad a unos 400 kilómetros de Caracas. "Parece ser para detener el flujo de venezolanos que van allí".

La mayoría de los que estaban haciendo fila reservaron vuelos a Chile antes del anuncio de la semana pasada y querían saber si aún podían ingresar y quedarse en Chile con una visa de turista, como era anteriormente.

La única información que muchos pudieron encontrar estaba escrita en un tablero fuera del consulado. Fue un comienzo poco propicio para un sistema que podría tener que lidiar con más de cien mil solicitudes, si la afluencia del año pasado sirve de guía.

"Quiero trabajar en mi área legalmente", dijo Palacios, quien tiene un tío viviendo en Santiago desde 2017. En Venezuela "la inflación se come el salario. No hay forma de sobrevivir con lo que gano aquí".

La nueva visa, denominada de "responsabilidad democrática", en referencia a las acusaciones de que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se ha convertido en una dictadura, es renovable y puede convertirse en permanente.

Con los documentos en sus manos, muchos de los que hacían fila habían dormido toda la noche fuera del consulado. Aquellos que tenían más información o experiencia en la documentación daban consejos a las personas que llegaban.

"Estoy tratando de averiguar si todos los que compramos boletos de avión tenemos que pasar por todo este nuevo papeleo", dijo María Díaz, una peluquera de 20 años cuyo esposo ya trabaja en Chile. Tuvo que irse antes de que ella diera luz a su hija y planeaban reunirse para fin de mes. "Ahora mi hija y yo tendremos que esperar, no sé por cuánto tiempo", dijo Díaz con lágrimas en los ojos.