Los Gobiernos, empresas y organismos multilaterales deben financiar la lucha contra la crisis climática, aunque falta concreción, como quedó patente el último jueves en el foro “Hacer que la acción climática cuente”, organizado por el Banco Mundial (BM).
A unas semanas de que comience en noviembre la conferencia del clima COP26 en Glasgow (el Reino Unido), el BM organizó este evento digital, celebrado en el marco de su asamblea anual con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un acto algo deslucido debido a que la mayoría de las intervenciones estaban pregrabadas hablaron el director del BM, David Malpass; la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen; el presidente de Colombia, Iván Duque, y el príncipe Carlos de Inglaterra, entre otros.
A grandes rasgos todos hicieron hincapié en la necesidad de que el sector público y privado, y las instituciones multilaterales financien la transición a una economía respetuosa con el cambio climático, aunque quizás los más contundentes fueron el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de la COP26 en Glasglow, Alok Sharma.
Menos palabras y más acción
Guterres recordó que a medida que se acerca la celebración de la COP26 es necesario cumplir con los compromisos contraídos en el Acuerdo de París de reducir las emisiones contaminantes a la mitad hacia el 2030 y lograr que lleguen a cero para mediados de este siglo, con un incremento de las inversiones en países en desarrollo.
En su opinión, todavía no se ha llegado a ese punto y se manifestó “especialmente preocupado” por la falta de progreso en lo que respecta a la financiación pública.
“Déjenme ser claro, US$ 100,000 millones al año de fuentes públicas y privadas para la mitigación y adaptación del mundo en desarrollo es lo mínimo”, dijo el secretario general de la ONU, quien mencionó la importancia de los bancos multilaterales de desarrollo en este ámbito.
A su juicio, no hay instituciones mejor situadas con este fin que ese tipo de bancos para financiar la adaptación de las economías en la lucha contra la crisis climática, ya que si ellos no lo hacen, “nadie lo hará”.
Yellen puso también el énfasis en el papel de los bancos multilaterales de desarrollo y remarcó que Estados Unidos, como uno de los grandes contribuyentes a estas entidades, está comprometido con usar esta posición de liderazgo para ayudar a una transición de la economía global para lograr cero emisiones hacia el 2050.
Asimismo, destacó el rol del sector privado, porque “ninguna cantidad de financiación pública por si sola será suficiente para cumplir los objetivos del Acuerdo de París”.
En ese sentido, Yellen citó “los desafíos” que los mercados emergentes y en desarrollo afrontan a la hora de atraer capital privado para financiar proyectos que mitiguen las repercusiones del efecto invernadero y de adaptación de las infraestructuras.
Carlos de Inglaterra, con los grandes directivos
A este respecto el príncipe Carlos de Inglaterra explicó que se ha reunido con directivos de grandes empresas de distintos países para ver cómo actuar frente al cambio climático.
Sin embargo, las prioridades avanzadas por esos empresarios, que Carlos de Inglaterra detalló, apuntan más a esfuerzos desde los Gobiernos, consumidores y los bancos multilaterales, que de las propias compañías.
Por ejemplo, una de ellas es que los Ejecutivos envíen señales a los mercados sobre un calendario y una dirección económica a largo plazo que incentive la lucha contra la crisis climática.
A lo largo de este evento, que duró una hora y media, responsables del Banco Mundial remarcaron que es importante luchar contra la pobreza cuando se combate la crisis climática.
Así lo señaló el director gerente de Operaciones del BM, Axel van Trotsenburg, quien indicó que precisamente por ese motivo el plan de acción climática diseñado por su organismo incluye lo que han venido a llamar los informes de Clima y Desarrollo.
“El BM tiene como misión reducir la pobreza y hemos hecho un gran progreso, pero el cambio climático podría deshacer parte de este progreso en los peores casos e incluso podríamos ver un aumento de la pobreza extrema”, alertó.
El acto virtual estuvo aderezado con videos de proyectos en distintos países sobre los esfuerzos contra el calentamiento global.
Malpass subrayó en su alocución que esta batalla es desigual, ya que, por un lado, están las economías avanzadas que han admitido ser las causantes de la mayor parte de las emisiones y que deberían aumentar los esfuerzos para reducirlas.
Y, por otro, agregó, están las naciones más pobres, que suponen menos de una décima parte de dichas emisiones y que necesitan inversiones en infraestructuras para adaptarse y ser resilientes.
“Compromiso audaz” de Colombia
A estos países se suman otros como Colombia, que, según Malpass, “son economías de ingresos medios que se han visto afectadas por la crisis conforme se recuperan” y que deben pensar en cómo les puede afectar el cambio climático y contribuir a los esfuerzos para mitigarlo.
En este punto habló Duque, quien destacó en inglés que su país acude a Glasgow con un “compromiso audaz y un objetivo que alcanzar”.
Acto seguido enumeró sus compromisos, como reducir en torno al 51% las emisiones de gases invernadero hacia el 2030; llegar a la neutralidad de carbono para el 2050, es decir, no emitir más de lo que se puede absorber, y lograr cero deforestación y tener el 30% del territorio colombiano protegido hacia el 2030.
Colombia quiere acudir con los deberes hechos a la COP26, pero todavía queda mucho por hacer a nivel mundial, como Sharma remarcó.
Y es que “se puede hacer más, en concreto en lo que respecta al uso de la financiación pública para movilizar la privada a mayor escala”, advirtió.
Por ello, el presidente de la COP26 en Glasgow instó a los Gobiernos, a los bancos multilaterales de desarrollo y a las instituciones privadas a acudir a la cita de noviembre “con un plan de acción para invertir más, movilizar más y financiar más” los esfuerzos contra el calentamiento global.