La negativa de Elon Musk a integrar el directorio de Twitter le permite obtener un mayor dominio de sus acciones de la red social y evitar la obligación de promover los mejores intereses de la empresa, dijeron expertos.
Musk se convirtió la semana pasada en el mayor accionista de Twitter. El CEO de la firma le dio la bienvenida luego al directorio de la empresa. Pero luego Parag Agrawal anunció: “Elon ha decidido no unirse a nuestro consejo de administración”.
Observadores de la empresa especularon sobre lo que podría venir después, pero vieron señales en las intenciones de Musk respecto a Twitter.
“Esto deja ahora de ser un cuento de Cenicienta, con Musk uniéndose al consejo de administración de Twitter y manteniendo su participación por debajo del 14.9%, ayudando a que Twitter avance estratégicamente, a ser probablemente una batalla de ‘Juego de Tronos’ entre Musk y Twitter”, dijo el analista de Wedbush, Dan Ives, en una nota a inversores.
El acuerdo de Musk para entrar en el consejo directivo, incluía el compromiso de mantener su participación en la empresa por debajo de 15%.
Sin embargo, ahora puede seguir acumulando acciones e impulsando cambios sin tener que congraciarse con los miembros del directorio, explicó el analista de Techsponential, Avi Greengart.
“Todos parecen pensar que Musk quiere una parte más grande de la compañía de la que el consejo le dejaría tener”, sostuvo la analista de Creative Strategies, Carolina Milanesi. “Nunca hubiera seguido las reglas, no le conviene”, añadió sobre la incorporación de Musk al directorio.
Durante el fin de semana, Musk lanzó una serie de filosos comentarios en Twitter que ya han desaparecido.
Esos tuits incluían ideas para la plataforma, como dar marcas de autentificación azules a los sunoscriptores de Twitter Blue de pago y convertir la oficina de la empresa en San Francisco en un refugio para personas sin hogar, porque los empleados no la utilizan.
Ahora los posibles escenarios incluyen a Musk tratando de imponer su voluntad en Twitter, o incluso presionando para vender la compañía, manifestó Ives.
Musk, el hombre más rico del mundo, puede dar por terminado el juego y enfocarse en sus muchos otros emprendimientos, como autos eléctricos, exploración espacial e incluso vincular cerebros humanos a computadoras, añadió Ives.
¿Crítico o conquistador?
Estrella del mundo de la tecnología con más de 81 millones de seguidores en Twitter, Musk reveló la semana pasada la compra de 73,5 millones de acciones de la red social que equivalen al 9.2% del total.
Agrawal indicó el martes que Musk se uniría a la junta directiva, describiéndolo como “un apasionado creyente y un intenso crítico del servicio”, para terminar señalando: “Es exactamente lo que necesitamos”.
Y el propio Musk tuiteó que estaba “¡esperando trabajar con Parag y la junta (directiva) para hacer mejoras significativas en Twitter en los próximos meses!”
La incorporación de Musk al consejo iba a estar supeditada a la comprobación de sus antecedentes y a la exigencia de que actuara en el mejor interés de la empresa una vez nombrado, expresó Agrawal en un comunicado.
La única reacción de Musk al anuncio de que no integrará la junta de Twitter fue un simple y sonriente emoji publicado este lunes.
El cambio de posición de Musk sobre su incorporación a la instancia más importante de decisión de la empresa, llegó luego que preguntó en Twitter si la red social estaba “muriendo” e instó a que presten atención a que usuarios como el cantante Justin Bieber, tienen legiones de seguidores, pero rara vez publican algo.
Recientemente, realizó una encuesta en Twitter sobre el largamente deseado botón de edición y una vez se le ocurrió tuitear que la empresa debería eliminar la letra W de su nombre.
“Parece que Musk tiene ideas que saca de un sombrero”, sostuvo Melanesi. “Es evidente que hace lo que quiere”, añadió.
Y aunque cuenta con una enorme cantidad de fans, tener millones de seguidores en Twitter no significa que sepa cómo ganar dinero con esa singular plataforma de mensajería, sostuvo esta especialista.
“Realmente hay mucho espacio para que Twitter aumente sus ingresos por suscripción y publicidad, de manera que, quizás, Musk está viendo allí una inversión”, planteó Greengart. “O, tal vez, simplemente está haciendo un ‘lozl’” que en la jerga de internet significa reírse a costillas de otro.