Moody’s Investors Service prevé que los rebrotes del COVID-19, los problemas de la cadena de suministro y la escasez de trabajo disminuyan en el 2022 y que la economía global entre en una fase de crecimiento estable en el 2023, según un informe de la agencia calificadora de riesgo crediticio.
Moody’s espera que las economías del G20 crezcan conjuntamente 4.4% en el 2022 y 3.2% en el 2023, fruto de un mayor gasto de los hogares, un reabastecimiento de los inventarios y un aumento de las inversiones de capital, indicó la firma en un comunicado.
En el 2022, estima que el mayor crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) se observará en varios países “emergentes” encabezados por la India (7%), China (5.3%) y Arabia Saudita (5.3%), mientras entre los avanzados destacan Reino Unido (4.8%), Alemania (4.5%) y la eurozona en general (4.5%), seguidos por Estados Unidos (4.4%).
La firma cree que el desajuste entre la oferta y la demanda, así como el déficit en el mercado laboral, mejorarán en los próximos trimestres y eso permitirá que se moderen las presiones inflacionarias del lado de la oferta.
“Las condiciones monetarias y crediticias se ajustarán a medida que los bancos centrales retiren el apoyo con la liquidez y los tipos de interés de la era pandémica y adopten una posición neutral”, indicó el vicepresidente sénior de la agencia, Madhavi Bokil, autor del informe.
“Si el ajuste es gradual y está bien comunicado -por tanto, evitando sorpresas de mercado financieras- no esperamos que descarrile el crecimiento”, agregó.
En su informe, Moody’s reconoce que la evolución de la pandemia sigue siendo fuente de incertidumbre y a ella se añade el riesgo de que los problemas en la cadena de suministro persistan y la posibilidad de que la inflación aumente sin que se ajusten los salarios, lo que afectaría al poder adquisitivo de los hogares.