Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela. (Foto: EFE)
Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela. (Foto: EFE)

La oposición venezolana lanzó este martes una moneda al aire y salió cruz luego del llamado que hizo a la Fuerza Armada el jefe del Parlamento, , para que diera la espalda al gobernante ilegítimo y que los uniformados no atendieron.

Guaidó despertó a los venezolanos cerca de las 6.00 hora local (10.00 GMT) con un mensaje a través de las redes sociales en el que les pedía salir a manifestar para deponer a Maduro, mientras que a los militares les exigía unirse a su causa.

"La familia militar de una vez dio el paso. A todos los que nos están escuchando: es el momento, el momento es ahora, no solo de la calma sino del coraje y la cordura para que llegue la calma a Venezuela", dijo Guaidó acompañado de una veintena de militares y el líder de su partido, , quien burló el arresto domiciliario para sumarse a las protestas.

Pero su llamada no fue escuchada por los militares, que esta jornada permanecieron leales a un Maduro que no apareció en público y dejó sin arengas a los miles de simpatizantes que se acercaron al palacio presidencial de Miraflores, adonde acudieron para ratificarle su respaldo.

Efe constató que hubo enfrentamientos entre militares leales a Maduro y el grupo de funcionarios que respaldaba a Guaidó en las cercanías de la base aérea de La Carlota, que los alzados tomaron y luego abandonaron.

El ministro de Defensa de Maduro, Vladimir Padrino López, rechazó la apuesta de Guaidó, que no dudó en calificar como "golpista", al tiempo que reportó "normalidad" en los cuarteles del país.

"Nos mantendremos firmes en defensa del orden constitucional y de la paz de la república, asistidos como estamos por la ley, la razón y la historia ¡Leales Siempre, Traidores nunca!", remarcó el funcionario.

Y el número dos del chavismo, , aseveró a media tarde que estaban "completamente derrotados los golpistas" en Venezuela.

"Huyendo a embajadas, escondidos, nadie da la cara, solo el imperialismo (Estados Unidos) sale buscando excusas ¡Nosotros venceremos!", dijo en Twitter.

Con todo, la petición de protestas callejeras de Guaidó sí fue escuchada por miles de caraqueños, que se congregaron en el acomodado barrio de Chacao -un bastión opositor-, donde se registraron enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden público.

Responsables de la Cruz Verde, un grupo de paramédicos de la Universidad Central de Venezuela, dijeron a Efe que atendieron en la zona de Altamira a 10 personas heridas, una de ellas por impacto de bala en el pie derecho.

En tanto que el servicio de asistencia sanitaria de Chacao reportó que al menos 69 personas resultaron lesionadas durante toda la jornada de violentas protestas antigubernamentales, que se mantenía hasta cerca de las 19.00 hora local (21.00 GMT), según el alcalde Gustavo Duque.

Por momentos la violencia entre manifestantes y los equipos antimotines fue tal que una tanqueta de la GNB arrolló a varias personas, de los cuales no se tuvo mayor información.

El propio Guaidó acompañó estas protestas durante la mañana, pero luego partió junto a López rumbo al oeste de Caracas, que se mantuvo en relativa calma este martes, y finalmente su paradero fue desconocido, aunque un miembro de su equipo informó que estaba "bien".

López, por su parte, entró junto a su familia en calidad de huésped a la embajada chilena en Caracas, que luego abandonó y se trasladó a la legación de España, mientras que el paradero de Guaidó era desconocido.

Entretanto, unos 25 militares, que se pronunciaron junto a Guaidó en la madrugada, solicitaron refugio a Brasil.

Venezuela atraviesa un alto pico de tensión política desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años que no reconoce la oposición y parte de la comunidad internacional, y Guaidó proclamó un Gobierno interino que cuenta con el respaldo de más de 50 países.

En paralelo, la nación sufre la peor crisis económica de su historia, lo que genera cada día protestas para denunciar la severa escasez de alimentos y medicinas y la pésima prestación de los servicios públicos.