La agencia Fitch Ratings rebajó este miércoles de BBB a BBB- la calificación de riesgo de la deuda en moneda extranjera a largo plazo de México, aunque mantuvo una perspectiva estable en medio de la crisis de COVID-19.

“El impacto económico de la pandemia de coronavirus llevará a una severa recesión en México en 2020. Una recuperación a partir de la segunda mitad de 2020 probablemente será retenida por los mismos factores que han obstaculizado el reciente desempeño económico”, advirtió Fitch en un comunicado.

La rebaja de Fitch llega dos semanas después de la de Standard & Poor’s (S&P), que rebajó de BBB+ a BBB la calificación soberana de México, al mantener una perspectiva negativa por el impacto de Covid-19 y la caída de los precios del petróleo.

Con esto, solo faltaría un ajuste de Moody’s, la otra de las tres principales calificadoras internacionales.

Fitch reiteró su pronóstico de una contracción del 4% del PIB mexicano para 2020, con una “empinada caída” en la primera mitad, seguida de una “subsecuente recuperación” en la segunda mitad.

Sin embargo, aclaró que esta estimación se basa en que la emergencia sanitaria, que implica suspender actividades no esenciales, acabe a principios de mayo.

“Dada la naturaleza de la crisis, hay un nivel de incertidumbre más alto de lo usual en nuestros pronósticos y el balance de riesgos se inclina firmemente hacia abajo”, apuntó la agencia.

Como factores negativos, la calificadora citó la pérdida de 130,500 empleos formales en marzo, lo que equivale a más de un tercio de los creados en 2019.

También subrayó la caída del 24.6 % a tasa anual de la producción automotriz, que representa poco más de una quinta parte del PIB manufacturero del país.

Además, reiteró el riesgo que representa Petróleos Mexicanos (Pemex) por su deuda de 105.000 millones de dólares, el 9% del PIB.

Ante este panorama, la agencia estimó que la proporción de deuda como parte del PIB crecería seis puntos porcentuales, hasta el 50%, pese a las promesas actuales del Gobierno.

Asimismo, calculó que el déficit fiscal aumentaría 2.5 puntos porcentuales hasta representar el 4.4% del PIB.

Pese a la coyuntura actual, Fitch aseveró que México arrastraba factores negativos desde antes de la crisis del coronavirus, como una “gobernanza débil”, lo que refleja la contracción del 0.1% del PIB mexicano en 2019.

“Estos incluyen un previo deterioro en el clima de negocios en ciertos sectores, a pesar de ejemplos de cooperación con el sector privado en áreas como infraestructura, y una percibida erosión de la fuerza institucional en el marco regulatorio”, describió.

Entre los factores positivos, la calificadora destacó un pronóstico de recuperación del 2.1% del PIB para 2021, impulsado en parte por la próxima ratificación del nuevo Tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).