Estados Unidos condenó el martes a Cuba al considerar que restringe la participación de la sociedad civil en la Cumbre de las Américas que se celebrará esta semana en Lima.
El Departamento de Estado dijo haber recibido "numerosos y creíbles" informes de que La Habana ha evitado que miembros de la sociedad civil "independiente" viajen a Perú para participar en la cita hemisférica.
En un comunicado, la portavoz Heather Nauert denunció detenciones arbitrarias de las autoridades cubanas, así como visitas a domicilios para advertir a particulares que desistan de abandonar la isla.
"Estados Unidos condena estas acciones", dijo.
Nauert instó al gobierno de Raúl Castro a facilitar la participación "plena" de los ciudadanos cubanos en la cumbre, "permitiendo el viaje libre e irrestricto de sus ciudadanos, un derecho humano universal".
"Estamos trabajando con el gobierno de Perú y la sociedad civil para promover una Cumbre que incluya un diálogo abierto e inclusivo con la plena participación de representantes independientes de la sociedad civil de Cuba y el hemisferio", añadió.
Cuba ha enviado delegaciones para participar en foros de sociedad civil, pero todas forman parte de organizaciones sociales (estudiantiles, obreras, culturales) afines al gobierno.
Según La Habana, en estos encuentros paralelos se intenta hacer pasar a "mercenarios" como supuestos representantes "legítimos" de la sociedad civil, como ya ocurrió en la cumbre de Panamá en 2015.
"La legítima sociedad civil cubana no compartirá espacios con grupos mercenarios", aseguró el periódico oficial Granma en marzo.
Cuba y Estados Unidos sorprendieron al mundo al anunciar en diciembre de 2014 el inicio de un acercamiento después de medio siglo de relaciones rotas, que permitió en 2015 la reapertura de las respectivas embajadas.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, en enero de 2017, estancó sin embargo este proceso.