Crisis lleva el descontento a barriadas pobres de Caracas. (Foto: Bloomberg).
Crisis lleva el descontento a barriadas pobres de Caracas. (Foto: Bloomberg).

Por décadas, algunas barriadas pobres del norte de la capital de fueron apacibles comunidades que estuvieron alejadas de las violentas protestas de los últimos años, pero el lunes esa tranquilidad de rompió.

Las calles de los barrios de Cotiza, San José del Ávila, Mecedores y Puerta Caracas, entre otras, fueron escenario de batallas campales que se extendieron hasta la madrugada del martes, donde decenas de pobladores salieron a protestar contra el gobierno y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para tratar de dispersar a los manifestantes que les respondieron lanzando piedras y otros objetos.

Para algunos analistas la ruptura de la paz en esas barriadas dejó al descubierto cómo el descontento por la crisis pasó de las zonas de clase media a los sectores pobres acrecentando los temores sobre el riesgo de un estallido social en el país suramericano agobiado por una hiperinflación de siete dígitos y una fuerte recesión.

Restos de basura y troncos de árboles humeantes, vehículos desvalijados en la vía y decenas de cartuchos de gases lacrimógenos apilados en el suelo evidenciaban los enfrentamientos.

"Desde el Caracazo (las violentas protestas de 1989) esto no se veía aquí", afirmó Carmen Marcano, una ama de casa de 60 años, al relatar cómo la pasividad de la barriada pobre de Cotiza se rompió el lunes y ella junto a decenas de vecinos salieron a protestar contra el gobierno del presidente .

"Tuvimos que salir a la calle porque esto ya es demasiado... La gente se cansó de tanto pasar miseria", expresó Marcano tras mostrar las siete heridas que tenía del lado izquierdo de la espalda y un brazo por el impacto de las balas de goma que le disparó un guardia nacional a corta distancia cuando trataba de esconderse en la casa de un vecino en medio de la protesta.

Los disturbios en Cotiza se iniciaron luego de un alzamiento militar que se registró la madrugada del lunes en un comando de la Guardia Nacional de esa comunidad, donde una veintena de uniformados de rangos bajos hurtaron un lote de armas, sometieron a algunos oficiales y llamaron al resto de sus compañeros y la población civil, a través de las redes sociales, a rebelarse contra el gobierno de Maduro.

El alzamiento, que se extendió por unas cuatro horas, terminó cerca de las siete de la mañana cuando los militares rebeldes se entregaron. Por el incidente fueron detenidos 27 guardias nacionales.

El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo el martes que de las 51 armas robadas solo se recuperaron 40 y aún permanecen desaparecidas once. También señaló, sin mostrar pruebas, al partido opositor Voluntad Popular, del cual forma parte el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de estar implicado en el alzamiento y del hurto del armamento militar.

Luego de varias horas de que culminaron las protestas, algunas calles de la barriada de San José del Ávila, al norte de la capital, aún seguían bloqueadas con basura y troncos. Además, un asfixiante olor a gases lacrimógenos impregnaba el lugar.

Agobiado por el intenso olor de los gases que había dentro de su humilde vivienda Luis Grau, un obrero público de 44 años, salió a la calle para tomar algo de aire descontaminado pero no tuvo suerte. Con los ojos irritados por los gases, Grau coincidió en que "desde el Caracazo nunca se habían visto unos disturbios como los de esta mañana".

A la pregunta de por qué los habitantes de su barriada decidieron salir a protestar luego de tantos años de pasividad, el obrero respondió que "la situación del país es insostenible porque ya no podemos ni comprar la comida. Creo que ese es el detonante que ha generado tanta molestia".

De acuerdo con estimaciones de la Asamblea Nacional --controlada por la oposición-- la inflación cerró el 2018 en 1’698,488% y se estima que este año podría superar 10’000,000% de mantener el ritmo que lleva.

A la hiperinflación se suman los severos problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos que han agravado las condiciones de vida de los venezolanos y han obligado a más de dos millones a migrar del país.

El sociólogo Rafael Uzcátegui, coordinador de la organización humanitaria Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, afirmó que los eventos ocurridos la víspera en los algunos barrios muestran que la crisis económica "ha roto" la identificación que tenían los sectores populares con el liderazgo Maduro, y ha hecho que el conflicto pase de los territorios de clase media, del este de Caracas, a las mayoritarias zonas pobres de la capital.

Entre el 27 y 28 de febrero de 1989, al inicio del segundo mandato del fallecido presidente Carlos Andrés Pérez, se registraron en Caracas y algunas poblaciones aledañas unas violentas protestas, conocidas como el “Caracazo”, que dejaron al menos 300 muertos.